Quince años como profesional, un centenar largo de goles y la experiencia propia del que se enfundará su décima camiseta. Ése es el aval de Jorge González Díaz (San Fernando, 14-09-1974), el deseado delantero centro sobre el que girarán buena parte de los esquemas de José González en la inminente temporada.

Formado en las categorías inferiores del Sevilla, debutó en Primera en el tramo final de la temporada 95-96 y le dio tiempo a marcar su primer gol en la categoría. Para entonces, el delantero gaditano ya había acreditado su olfato en el área y la fuerza que despliega desde su 1.82. Nunca fue un prodigio técnico, pero pronto dejó claro que era un nueve puro, un animal del área, un titán en el juego aéreo, el jugador que todos los entrenadores quieren tener en su equipo.

Un breve -pero fructífero, 19 goles- paso por el filial del Atlético de Madrid fue el previo a su desembarco en Zaragoza, donde definitivamente se consolidó en Primera. En 1997, La Romareda esperaba mucho de la joven delantera Morientes-Yordi, pero mientras uno tomó el camino del Real Madrid, al otro le tocó pelear en una época en la que el club maño trajo a delanteros como Drulic o Milosevic para cortarle el paso. Pese a todo, Yordi siguió sumando goles tan importantes como el que le hizo al Celta en la final de la Copa del Rey de 2001 y que ratificaba el triunfo maño por 3-1.

Tras cinco años en Zaragoza -incluidas dos experiencias en la UEFA (00-01 y 01-02, cuatro goles en seis partidos)-, Yordi buscó un cambio de aires para escapar de un club que empezaba a hacer aguas. El regreso de Milosevic procedente del Parma le abrió la puerta de salida rumbo a Inglaterra. Cuatro meses en el Blackburn le bastaron para ganar una Copa de la Liga (jugó 16 minutos en la final ante el Tottenham) y explotar sus virtudes en el exigente fútbol británico.

De vuelta a España, regresó a Zaragoza para ayudar al cuadro aragonés a volver a Primera. Sus 15 goles ayudaron para que el paso por Segunda fuera una pequeña pesadilla, pero su idilio con el club zaragozano había acabado.

Grises campañas en Getafe y Mallorca dieron paso a su fichaje con el Xerez. Mal el primer año, explosivo en el segundo, Yordi llegará a un Córdoba en el que sus goles, como siempre, serán clave.