Córdoba CF

"Todos juntos sería mucho más sencillo"

  • Pierini y Cristian, componentes de la plantilla de 2005, piden el apoyo de la afición · Dicen que ahora es ”vital” su aliento

Ya no vale otra cosa. Quejarse, protestar, suspirar, refunfuñar... Cualquier elemento que no ayude debe quedar desterrado. Ésa es la lectura y el mensaje que se deben deducir de las palabras y de la actitud de dos de los que más y mejor conocen la casa blanquiverde actualmente.

Alessandro Pierini y Cristian Álvarez han vivido la transformación de una afición que ha adoptado la especie de Saturno devorador de su propio hijo en forma de pañuelos. Que ha transformado aliento en hiel y palmas en pitos. Hastiada, es lógico, de tanto dislate casero.

Ahora todo eso ya da igual. El italiano, ahora capitán, y el argentino ya vivieron una experiencia agónica en 2005. Igualmente sufrida, pero distinta. En aquella ocasión, según recuerda Pierini, “el equipo estaba prácticamente descendido en diciembre. Se formó una plantilla nueva y la verdad es que dimos la talla”. Pero el central considera que actualmente “también la estamos dando nosotros”, así que el único problema son “los resultados”, ya que  “si el partido contra el Eibar lo ganamos 1-0 jugando de la misma forma, seguro que nadie hubiera protestado”.

Pero los marcadores no acompañan, así que “necesitamos otra cosa”. Algo llamado “cariño”. Una “ayuda de todos”. Auxilio que “siempre hemos sentido”. Menos el sábado. Ese día les dolió.

Pierini comenta que “lo que pasó el sábado no me gustó mucho. Entiendo que cuando termine el partido la gente pueda decir o hacer lo que quiera, pero durante el partido... los pitos no son buenos”.

Por eso, todo será más sencillo, “mejor”, si grada y equipo caminan de la mano. Como en 2005. Al Tano no le sorprende la metamorfosis que ha sufrido la grada con respecto a aquella fecha: “ Estas cosas pasan. No tenemos resultados, pero la confianza de la gente es fundamental. Sigo diciendo que somos un buen equipo y grupo. Hay muchos del año pasado y los nuevos están muy comprometidos”.

Por último, Pierini quiso aclarar que no tuvo nada que ver el planteamiento de José en el resultado final ni en la reacción del público. Simplemente, explicó, “no fuimos efectivos, pero era el tipo de partido que teníamos que hacer. Fue un encuentro feo por culpa del rival, que puso nueve tíos atrás. El míster intentó al final que el equipo no perdiera el equilibrio. Porque no por poner a más delanteros se van a meter goles”.

Cristian Álvarez , por su parte, es optimista respecto al divorcio existente con la grada: “La situación se puede revertir”. Y comenta, sobre lo vivido hace tres años, que “ la vez pasada veníamos remando desde muy atrás y se veía  lejos el logro”.

Así que solicita “un esfuerzo grande”. Un sacrificio que será menor “si la afición nos acompaña”. Porque  “es fundamental su aliento, si bien es normal que la gente esté cabreada. Todos juntos lo vamos a sacar”. Además, explica que “pitar a algún jugador durante el partido no sirve de nada”. Por eso el argentino, uno de los más queridos por el cordobesismo en aquel 2005, pide que “estén con nosotros y que lo saquemos juntos”. Porque, y esto resume todo lo escrito, “que el Córdoba siga es lo importante, los jugadores cambian”. El Córdoba es, en resumidas cuentas, suyo. De los que pitan o de los que jalean.

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