Un hueso amarillo que se atraganta

Las Palmas es uno de esos rivales que no se le dan bien al Córdoba. En sus 13 visitas a El Arcángel, repartidas entre Primera, Segunda y Segunda B, el cuadro canario sólo ha cedido tres derrotas, frente a un saldo positivo de seis empates y cuatro victorias. La última, en el curso 03-04: el conjunto amarillo estaba prácticamente desahuciado -perdió la categoría- pero murió (casi) matando, con un 1-2 en la trigesimoquinta jornada que complicó sobremanera la línea de los blanquiverdes.

El Córdoba dio primero, y por partida doble, en la división de plata. Los seis duelos siguientes se produjeron en Primera, con un solo triunfo. Y a partir de ahí, el ocaso: ya son cinco partidos de Liga en los que la Unión no hinca la rodilla. Ni en Segunda B, ni un peldaño por encima.

El periodo anterior en Segunda fue frustrante. Las Palmas ganó por 1-2 en la temporada del reestreno (Ramón anotó uno de los goles visitantes), igualó a dos en la 02-03 y venció por 1-2 el 1 de mayo de 2004. Era, como corresponde mañana, la jornada 35. Rubén Castro y Jahic, en sendos córners, esterilizaron la diana de Pulpo González y condenaron a sufrir a un equipo que sólo despertó bajo el efecto revulsivo de Pedrito.