Nueve goles y dos porteros

El broche de plata

El Valladolid y el Numancia recrearon el duelo más brillante del torneo (4-5)

Toni Cruz / Córdoba

14 de diciembre 2010 - 05:02

A veces se alinean las estrellas y pasan cosas como la del sábado en Pucela. Para que se escenifique un 4-5 (en Segunda pasó por última vez en un Salamanca-Tenerife de la 04-05) tienen que concurrir una serie de factores. El primero, que haya en los banquillos dos entrenadores medianamente atrevidos. El del Numancia, Unzué, ya se sabe que lo es. De Abel Resino, quien dirigiera no hace mucho al Atlético, se espera mucho en el estadio de la pulmonía.

También han de juntarse sobre el terreno de juego futbolistas capaces. Con sentido ofensivo y ganas y sin que medie una excesiva obsesión por sumar un único punto. El sábado en Valladolid sobresalieron dos. Uno, Javi Guerra, coló -como buen delantero que es- los tres goles más inútiles de su vida para los albivioletas... en los 34 primeros minutos. Al otro, Barkero, se le han puesto ya muchísimos epítetos elogiosos en su larga trayectoria en esta categoría. No obstante, lo de esta jornada supera todos sus registros. No sólo hizo tres dianas en la segunda parte, sino que regaló la primera a Cedric mediante una espectacular asistencia y gracias a otro pase suyo llegó el 3-2 antes del asueto. ¡Hasta lanzó la falta que originó el penalti que luego él mismo transformó en el 3-4! Sin duda, fue el mejor partido individual de un futbolista en los últimos tiempos en esta competición. Suya fue toda la culpa de que el Numancia lograra la primera victoria como visitante de la temporada.

Un partidazo digno de otra división, un choque de ambiciones contrapuestas y un -en suma- espectáculo que dejó reconfortados a todos. A los que ganaron, más, pero a los que perdieron, también. Y todo orquestado por dos entrenadores que, para mayor gloria de la ironía, fueron en su momento porteros de rango internacional.

TRES QUE VALEN POR 18

El Betis esclaviza la primera posición del campeonato merced a su buena puesta en escena y, sobre todo, a la incuestionable pegada de sus delanteros. Entre Rubén Castro, Emaná y Jorge Molina suman ya 25 goles; es decir, que han materializado los mismos tantos o más que 18 equipos de la categoría. Sólo han anotado más el Granada, el Celta y el Rayo Vallecano. Otro dato más que reafirma sus aspiraciones: Salva Sevilla, el deseado, ya ha dado la friolera de diez asistencias de gol. Así cualquiera.

MEDIA DOCENA POR DOS

Oliva eligió un mal día para volver a entrenar. Seguro que alguien, en Tarragona, le lanzó el topicazo de "¿cree que a entrenador nuevo, victoria segura?". Es de desear que callara, porque el domingo en Los Cármenes su Nàstic, farolillo rojo, fue masacrado por el Granada (6-1). Los nazaríes lograron su tercera paliza casi consecutiva como locales -curiosamente sólo el Córdoba, con su 1-1, se salvó en este ciclo- merced, entre otras cosas, a otro doblete de Geijo.

Seis fueron, que son media docena, pero lo más simpático -si es que una paliza así tiene algo de agradable- es que este mismo Gimnàstic ya encajó seis cuando el año pasado Luis César se estrenó en el lugar de César Ferrando en el Nou Estadi de Valencia ante el Levante. ¿Casualidad, huelga a lo controladores o simplemente falta de vergüenza de los futbolistas? De todo habrá, probablemente.

LA MEDIA INGLESA DE RÍOS

Dejando al margen su desafortunada intervención en un programa de Canal Sur -donde afirmó aproximadamente que el Córdoba no podía aspirar a nada porque es un cero a la izquierda-, el entrenador del Recreativo, Carlos Ríos, está cumpliendo impecablemente en el banquillo del Decano. Tomó a los onubenses en estado de shock, sin alma y casi sin recursos para salir de la zona de descenso, y en las últimas cinco citas cumple a la perfección la media inglesa (triunfo en casa, empate fuera). El Recre no pierde desde octubre y se ha convertido en un equipo solvente atrás -menos en Córdoba, 3-3- y con peligro arriba.

EL FILIAL DE LA MORAL

Si no es nada sencillo igualar un 2-0, casi imposible parece hacerlo dos veces en una misma semana. El Barça B igualó el domingo en Albacete una desventaja de dos tantos y ya lo había hecho el miércoles nada menos que en el campo del Betis (el primer punto que voló del Villamarín). Por cierto, el Alba no gana desde el 25 de septiembre... y fue ante el líder.

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