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Una cuestión de ritmo (1-1)

  • Un chispazo del talentoso Deulofeu abrió el camino para el Barcelona. El equipo de Paco Jémez equilibró el marcador con un gol de Borja y neutralizó el control blaugrana, pero sin tino.

El Córdoba ya acumula tres partidos sin ganar en El Arcángel, que son cuatro si contamos la eliminatoria de Copa resuelta por penaltis ante el Huesca, después de empatar con un Barcelona B que se presentaba con tres victorias consecutivas en la apertura de la duodécima jornada de Liga. La balanza pudo caer de cualquier lado en un encuentro de poder a poder, alterado muy pronto por un chispazo de Deulofeu y nivelado por un tanto de Borja García en el ecuador del segundo periodo. Así que el CCF no ha dormido pegadito al Sabadell, tercero y precisamente el próximo escollo en un campeonato que exige un ritmo más alto para codearse con los mejores de Segunda División. Los que aspiran a Primera.

Tena, el suspendido Fuentes y Carlos Caballero se cayeron del once cordobesista en beneficio de David Prieto, Cerra y Charles, los dos últimos disponibles tras cumplir sus sanciones en Alicante, y los dos equipos rivalizaron desde el principio en presión arriba y posesión de balón sobre un césped en perfecto estado después de la abundante lluvia caída. El Barça B se movía como pez en el agua y no tardó en golpear a través de su figura emergente, Gerard Deulofeu, que castigó un mal despeje de Fernández gracias a una apertura de Carmona y dejó en evidencia a Cerra con una potencia descomunal. No podía hacerlo mejor ni más rápido. El 0-1 a los cinco minutos dejó retratados a los dos laterales blanquiverdes.

Sin embargo, este Córdoba tiene capacidad de reacción. Escocido por el ramalazo de genio del campeón de Europa sub 19 de 17 años, el conjunto de Paco Jémez se levantó con varias acciones ofensivas con Javi Hervás como motor. Borja García pudo empatar tras un resbalón de Muniesa, pero levantó el balón por encima de Oier de manera defectuosa. Más forzada fue la situación de Charles, arrollado por el portero tras tocar antes la pelota en uno de esos penaltis que nunca se pitan. Además, López Silva probó con una falta lejana que le salió centrada, Fernández metió un centro potente sin encontrar rematador, Bartra se interpuso cuando Patiño ya se quedaba solo en carrera...

El filial repelía las acometidas a duras penas con cuatro defensas convocados por Milla para el España-Suiza sub 21 que se disputará en el mismo escenario el lunes 14: Montoya, Bartra, Muniesa y Planas. A Tello y Deulofeu se les escaparon dos opciones de oro por malos controles, aunque el dominio era de un CCF que apretaba y encontraba rendijas ante un adversario algo anárquico (pecados propios de la juventud). No hubo oportunidades claras hasta que, pasada la media hora, Patiño realizó la pifia de su vida con una volea tragicómica en un balón llovido del cielo en el punto de penalti. Demasiados ataques se fueron al limbo por las imprecisiones del delantero madrileño, que en el 39' perdió un pulso en velocidad con Montoya y un minuto después entregó a Oier un cabezazo picado tras un gran envío de López Silva. Incluso en el 43' pudo marcar con un reverso casual, pues en sus planes no estaba lanzar a puerta.

El partido estuvo agitado hasta el intermedio, y más allá. Con Cerra muy vertical por la izquierda y Borja firmando arabescos estériles en la derecha, Charles reclamó una falta en el lateral del área. El Arcángel, encendido, asistió a una contra fulgurante de Deulofeu que acabó con un paradón de Alberto García a tiro de Espinosa. Jaime Latre decretó el descanso y Paco no se retiró a la caseta sin despedirse del asistente más cercano y el cuarto árbitro con sendas miradas que mataban.

Hasta un ciego era consciente de que no era la noche de Patiño. Jémez también lo vio y no se demoró más en recurrir a Pepe Díaz, al tiempo que Eusebio Sacristán quitó a su único jugador amonestado, Carmona, para dar cancha al recién recuperado Sergi Roberto. Deulofeu y Tello asustaron con sus zancada en los primeros compases, pero pronto el Córdoba, furioso, retomó el control. A Borja García le faltó medio metro para alcanzar una preciosa rosca de Fernández y Charles, solo tras un toque de López Garai, perdonó la igualada con un derechazo al pie de Oier.

El CCF achuchaba y Paco ya no disimulaba su mosqueo con un asistente con un criterio muy particular en las faltas y los fueras de juego. En el toma y daca, Gaspar tiró de oficio para obstaculizar a Tello en una transición fulgurante, el preludio a la entrada de Jonathan Soriano (32 goles en la Liga anterior) por Deulofeu.

En los diez minutos que transcurrieron hasta el siguiente relevo, con el inolvidable Kiko Femenía como argumento, el Córdoba empató y estuvo a punto de remontar. Porque López Silva, en la llegada posterior al apurado gol de Borja García, no fue capaz de superar al guardameta en el mano a mano tras un pase al hueco de Pepe Díaz.

El trabajo estaba medio hecho, pero había piedras en el camino. Tello era una pesadilla para Fernández a pie cambiado y Gaspar se multiplicaba en las coberturas, aunque no pudo impedir una irrupción franca de Sergi Roberto con lanzamiento arriba.

Cerra y Borja acusaron el desgaste y tuvieron que ser sustituidos por el debutante Ismael y Quero, la mecha para un bloque ya falto de gasolina. El volante cedido por el Rayo cruzó demasiado en el contragolpe más factible, montado por López Silva ya en el minuto 87.

El esférico era azulgrana y Alberto García, consecuente, enardeció al público al demorar los dos últimos saques de puerta. El punto se daba por bueno. Y más cuando se abordó el descuento con López Garai sangrando como un toro y, por lo tanto, en inferioridad numérica. Una caída en el área del menudo Juan Quero en forcejeo con Muniesa y una colada hasta la línea de fondo de Planas despejada por Ismael pusieron el broche a unas tablas de ida y vuelta que dejan al Córdoba al borde de la zona de play off con toda la jornada por delante. Para optar al ascenso hay que ganar (más) partidos.

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