La cuadratura del círculo

Paco Jémez busca certificar el 'play off' en Balaídos, donde se estrenó al frente del Córdoba en 2007 · El anuncio del técnico de que se irá en caso de ascenso sacude una semana decisiva.

Raúl Díaz

30 de mayo 2012 - 08:31

Paco Jémez dijo el lunes que dejará el Córdoba si el equipo sube a Primera División. O si llega una oferta satisfactoria tanto para él como para el club. Carlos González, que tiene un acuerdo verbal con el entrenador para prorrogar su contrato por dos años más, quiere retenerle. La movida ha salpicado la semana más importante en la historia del CCF en los últimos 40 años, ya que el conjunto blanquiverde puede sellar su clasificación para el play off de ascenso este domingo (19:30, Canal Plus 1), en el desenlace del campeonato. Será ante el Celta y en Balaídos, precisamente el adversario y el escenario que fueron testigos del debut de Paco en el banquillo cordobesista hace cinco años, en la primera jornada de la Liga 07-08. Todo cuadra. O no.

¿Es una cortina de humo corrida por Jémez? ¿Trata de desviar la atención ante un partido polémico, pues en el mundo del fútbol todos insinúan que el empate en Vigo está cantado porque tanto al Celta como al Córdoba les vale el punto para alcanzar sus respectivos objetivos? ¿Es firme su postura o, como defiende el presidente, lo ha hecho para introducir "un punto de distensión" en unos días calientes? Lo cierto es que desde ayer se habla casi más del futuro de Paco que de un compromiso trascendental. Con la fase de ascenso a Primera a la vuelta de la esquina.

Las dos partes aseguran que no es una cuestión de dinero. De hecho, Jémez cobraría más del triple con la ampliación del vínculo. Básicamente, porque se lo ha ganado. Su planteamiento es el siguiente: prefiere irse antes de que lo echen. Antes de que, en un hipotético mal arranque de temporada en la Liga BBVA, las flores se tornen en dardos.

La afición está a muerte con el entrenador, jalea su nombre. "Ha empezado a ganar el partido", destacó Paco en la rueda de prensa posterior al 2-1 al Murcia, calificando como "espectacular" el recibimiento a la plantilla en los aparcamientos de El Arcángel. "Cuando nos hemos bajado y hemos hecho ese tramito con toda la gente animándonos, se nos ha puesto a todos la carne de gallina. Eso nos ha hecho entrar en el partido con la intensidad que lo hemos hecho, sabiendo que nuestra gente venía a estar con nosotros", explicó.

La hinchada se ha reenganchado, la ciudad sueña. Pero no siempre fue así. El técnico lo pasó fatal en su primera etapa al frente de la nave blanquiverde. Vino en 2007 desde Tercera, del Alcalá madrileño, para ocupar el puesto de Escalante, que acababa de devolver al equipo a Segunda. Como en 1999. Un poderoso sector de la prensa cordobesa se cebó con él incluso antes del estreno a domicilio frente a un Celta procedente de Primera. El conjunto que había salido del pozo de la Segunda B en Huesca se sobrepuso al gol de Canobbio y a través de Arthuro arrancó un meritorio empate (1-1) en una soleada mañana de finales de agosto.

El Córdoba superó las decepciones iniciales con un fútbol bueno. Vistoso, pujante. Pero se fue enfangando por la maldición de los descuentos, que le hicieron perder infinidad de puntos cuando más duele. Y además, en casa. El ambiente se fue enrareciendo y el club, con Rafael Campanero como presidente y Emilio Vega como director deportivo, cedió en la jornada 31 ante la presión popular: los foros de opinión lanzaban cuchillos y la grada estaba dividida. Pese a los 36 puntos y los tres de colchón sobre la zona de descenso, el proyecto quedó en manos de José González. La salvación no se consumó hasta que el Cádiz falló un penalti en el epílogo del torneo.

Fue por los pelos; los que Paco, aquel central melenudo que disputó la Eurocopa de 2000, ya no tenía en la cabeza. El cordobés volvió a encontrar trabajo en febrero de 2009, subió al Cartagena a Segunda... y no quiso continuar por desavenencias con el presidente albinegro, Paco Gómez. No, él no se casa con nadie. Es un espíritu libre. En la campaña 09-10 recibió una llamada desde Gran Canaria y logró salvar a Las Palmas. Sin embargo, fue destituido tras la vigesimosexta fecha de la Liga siguiente.

Sorprendentemente, González se fijó en él para el club que acababa de comprar: el Córdoba de la "ilusión". Paco retornó a su tierra junto a Luna Eslava para llevar las riendas de un bloque plagado de incógnitas. Casi un año después, a raíz del triunfo ante el Murcia, el CCF ya ha obtenido 20 victorias en esta Liga (batiendo su tope histórico en Segunda), suma 70 puntos, es quinto siguiendo la estela del ya ascendido Deportivo, el Celta, el Valladolid y el Alcorcón... y regresa a Vigo. Donde empezó todo.

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