El Celta roza el ascenso cinco años después
Cinco años después de protagonizar un doloroso descenso de la mano de Fernando Vázquez y el búlgaro Hristo Stoitchkov, sustituto del entrenador gallego sobre la marcha en una temporada en la que el equipo había disputado la Copa de la UEFA (cayó ante el Werder Bremen alemán en octavos de final), el Celta de Vigo está a un punto de lograr el ansiado retorno a Primera División, un ascenso que se le ha resistido durante toda esta larga travesía por el desierto de la categoría de plata del fútbol español.
Un salto que el bloque de Paco Herrera logrará si en la última jornada simplemente suma un empate con el Córdoba en Balaídos, un resultado que también sirve al CCF para asegurarse su participación en el play off.
El regreso a la elite sería el primer gran éxito de Carlos Mouriño como presidente de un club que en este lustro sólo ha vivido malas noticias: el descenso a Segunda, la amenaza de la caída a Segunda B y la entrada en la Ley Concursal para evitar la quiebra de la entidad.
Desde que en 2007 el conjunto celeste bajó a Segunda, por el banquillo de Balaídos pasaron seis técnicos (Stoitchkov, Juan Ramón López Caro, el pozoalbense Antonio López, Alejandro Menéndez, el cordobés Pepe Murcia y Eusebio Sacristán) hasta que en el verano de 2010 el director deportivo, Miguel Torrecilla, apostó por un veterano como Herrera.
El que fuera ayudante de Rafa Benítez en el Liverpool y director deportivo del Espanyol llegó al Celta con un único objetivo: recuperar la plaza en la máxima categoría del fútbol español, un éxito que estuvo cerca de materializar en su primer año. Pero su equipo, después de desfondarse en el tramo decisivo del campeonato y perder así el ascenso directo, cayó en una cruel tanda de penaltis frente al Granada en la primera eliminatoria de la promoción.
Futbolistas que habían sido indiscutibles para el entrenador, como Roberto Trashorras, Michu, Ismael Falcón o el ahora cordobesista Aritz López Garai, abandonaron el barco por diferentes motivos tras el palo de Los Cármenes.
Bajas que Torrecilla suplió con los fichajes del delantero Mario Bermejo, el centrocampista Natxo Insa y el defensa Carlos Bellvís, así como las cesiones de Oier Sanjurjo (Osasuna) y el internacional chileno Fabián Orellana (Granada).
Pero la verdadera base de este histórico Celta la forman unos canteranos que, liderados por el goleador Iago Aspas (pichichi nacional con 23 tantos), han devuelto la ilusión a una afición que en las últimas campañas había dado la espalda a su equipo. Jugadores como el lateral derecho Hugo Mallo (internacional sub 21), el lateral izquierdo Roberto Lago, los centrocampistas Álex López y Toni o el internacional venezolano Túñez, todos con pasado en el filial, han sido determinantes para dejar al Celta a un solo paso de volver a Primera.
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