El cambio de año ha sentado de maravilla al Córdoba B. Todo empieza a verse de otra manera y la salvación ya no es una quimera. A pesar de acumular bajas por doquier, el filial blanquiverde enlazó su segunda jornada consecutiva sin caer al firmar tablas ante un Mairena al que perdonó en los minutos finales. Eso sí, como viene siendo habitual en sus desplazamientos, el B tuvo que rehacerse tras encajar un gol en el último tramo del primer acto, pero Pedro recondujo la situación nada más salir de los vestuarios.

La primera mitad fue dominada de principio a fin por el conjunto alcoreño. El filial, con una zaga en la que debutaba el juvenil Alfonso, no daba abasto para alejar el peligro de la portería defendida por Javi Jurado, sobre todo por las continuas entradas por los costados de Moreno y Cruz, quienes siempre se fueron de sus marcadores. Además, en el centro del campo, Uriel y Uri llevaron la manija del juego, llegando las primeras oportunidades claras para el cuadro de Eusebio Navarro, que no pudo marcar hasta dos minutos para el descanso, cuando Cruz se sacó un potente disparo que sorprendió a Javi Jurado.

El gol supuso un mazazo para un Córdoba B que, tras el intermedio, salió muy enchufado. Así, los cordobesistas establecieron la igualada en el marcador en el 46, cuando Pedro consiguió superar a Marcos con un disparo seco. Con el empate en el marcador, el Mairena se descompuso por completo fruto de la ansiedad, dejando el control del juego a su rival, que sintió muy cómodo. De este modo, Pedro, Antonio Pino y Villarejo crearon muchos problemas a la zaga de un conjunto mairenero que se precipitó a la hora de sacar el balón jugado.

Con el paso de los minutos, el conjunto local se quitó de encima el acoso de su rival, que empezó a acusar el esfuerzo físico. Así, el encuentro cayó en una dinámica en la que ninguno de los contendientes se acercaron con peligro a la meta adversaria. No obstante, en los minutos finales fue el Córdoba B el que dispuso de las ocasiones más claras del encuentro, salvando l zaga albinegra dos balones en la misma raya de gol.

Al final, el pitido final del colegiado supuso un alivio para los pupilos de Navarro, pues estuvieron cerca de sufrir una derrota ante un contrincante que se marchó con un mal sabor de boca, pues estuvo cerca de conseguir tres puntos que le habría venido bien para tomar aire.

Por su parte, los alcoreños se conformaron por el punto, que les deja en la zona media de la tabla. Sin embargo, las imagen que dieron delante de su público no fue del todo buena, lo que dejó insatisfecho a su técnico. Además, el cuadro de Mairena de Alcor sigue sin encontrar la regularidad necesaria que le permita acercarse a los puestos altos de la clasificación.