Deportes

Otra bala perdida

  • El filial blanquiverde pierde ante un líder que fue muy superior a su paso por El Arcángel La salvación se queda a tres puntos a falta de sólo dos jornadas

Más difícil todavía. Las balas se van perdiendo y el filial no aprovecha ninguna. El Córdoba B cayó con claridad ayer ante un Cádiz que pudo hacer más daño del que refleja el marcador. El exblanquiverde Airam Cabrera fue con sus dos tantos el verdugo de un filial que se hunde en la clasificación y da otro paso más hacia el descenso. Sólo quedan dos jornadas y la permanencia se queda a tres puntos, mientras el play out está a sólo dos. Mucho deben cambiar las cosas, aunque quizás que el Betis B y el Jaén no se jueguen nada en estos últimos envites valga a un equipo que está herido y con un rumbo claro hacia Tercera.

Con las novedades de José Fran y Juanfran en el once inicial respecto al que perdió la pasada semana ante el Villanovense, Luis Carrión buscó apretar a un Cádiz que llegó a Córdoba con los deberes hechos y reservó a algunos de sus teóricos titulares. Sólo un minuto tardó el filial en meter miedo a los gaditanos. Una internada de Cristian acabó con un lanzamiento de Juanfran que sacó Aulestia. Aún así, los amarillos no se achantaron y poco a poco empezaron a llegar con mucho peligro al área de un Jon Villanueva que fue el gran salvador. Hugo fue el primero en probar al cancerbero vasco, que se lució después con un doble disparo de Migue García. Sin embargo, la jugada más peligrosa estuvo en las botas de un Airam que se topó con el larguero.

Poco después, el colegiado sorprendió a todos y paró el partido para que los jugadores se refrescasen ante las altas temperaturas que estaban soportando en el verde. Un tiempo muerto en toda regla que está poco visto en los campos de fútbol. Esto hizo que el Cádiz bajase el pistón, lo que aprovechó el CCF B para acercarse de nuevo al área de Aulestia. Primero con un disparo de José Fran que salió desviado y después con otro tiro del atacante alicantino, tras un medido pase de Dani Hernández, que lamió el palo izquierdo de la meta visitante.

Tras el paso por los vestuarios, los de Claudio Barragán salieron con más brío y Fran Machado, con un disparo al palo, dio el primer susto. El B intentó controlar el duelo, pero le costaba un mundo hilvanar el juego. La baja de Damián Petcoff se nota en exceso, ya que ni Uxío ni David Álvarez son jugadores de corte creativo. Para intentar mejorar este aspecto, Luis Carrión refrescó el equipo con la entrada de Sebas por el juvenil Vera. Pero todo se complicó en un abrir y cerrar de ojos. Airam Cabrera aprovechó un medido pase de Andrés Sánchez para batir a Jon Villanueva y, dos minutos después, Juanfran vio la roja directa por una falta sobre Navarrete.

Muy oscuro se puso el panorama para un filial blanquiverde que buscó en inferioridad numérica llevar el peso del partido, mientras que los gaditanos aguardaban atrás para poner la puntilla a la contra. Además, Claudio Barragán puso más carne en el asador y metió en el campo a Kike Márquez y Juan Villar. El primero de ellos tuvo la sentencia, pero falló lo infallable. Tras hacerlo todo Airam Cabrera, Márquez, con Villanueva ya batido y a puerta vacía, lanzó a las nubes. Poco después, el Cádiz sí atinó entre los tres palos, pero esta vez el árbitro anuló el tanto por fuera de juego de Juan Villar.

Con el B carente de recursos ofensivos, los amarillos, a un ritmo muy tranquilo y demostrando su superioridad, campaban a sus anchas por El Arcángel. La moral de los blanquiverdes estaba muy tocada y Carrión no veía a ningún revulsivo en el banquillo. Sólo en acciones individuales de José Fran y Dani Hernández llegaba el filial al área de un Aulestia que no pasaba apuros. A pesar de las claras ocasiones del Cádiz, éstos no ponían la puntilla a un CCF B moribundo. También porque pecaban de individualismo, caso de Kike Márquez que desperdició una clara ocasión. Para atinar más, Claudio metió en el campo a Jona. En el otro área, el filial ni asustaba a un Cádiz que se veía muy superior y eso que jugaba a medio gas.

Sólo el excesivo lucimiento en las jugadas ofensivas de los cadistas hizo que se llegase a la recta final con el CCF B metido en el partido. No dio tiempo a mucho porque pronto Airam puso la sentencia. Si con el 0-1 el filial tenía los brazos bajados, el 0-2 hizo que el Cádiz no sufriese en el tramo final. Un duro revés para un filial que se complica la permanencia, aunque se mantiene con opciones para salvarse en las últimas dos citas gracias a los resultados de sus rivales. El B está herido, pero aún respira. Es la única señal positiva de un partido para olvidar y pronto si quieren lograr la salvación los de Luis Carrión.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios