Uli Dávila, un ejemplo de compromiso blanquiverde
El mexicano, que ya jugó infiltrado en Huelva, sigue tocado, pero estará el sábado: "Hay que hacer lo que sea"


Llegó en agosto a Córdoba con el gran objetivo de hacer una buena campaña que le permitiera estar en el Mundial de Brasil con su selección. Al final, tendrá que ver a la Tri por televisión, lo que no ha mermado su ánimo. Todo lo contrario. Uli Dávila atraviesa su mejor momento como jugador blanquiverde, algo que ha reforzado su compromiso por unos colores que no quiere dejar de defender el sábado, lo que significaría que el equipo se ha clasificado para el play off. Baste el ejemplo de que el sábado en el Colombino saltó al campo infiltrado en su tobillo, unas molestias que ayer le impidieron trabajar con el resto de la plantilla en la Ciudad Deportiva, pero que tampoco frenarán sus ganas de estar ante el Mallorca.
"Era un partido que nadie se quería perder. No estaba bien del tobillo, pero hablé con el doctor y vimos que se podía infiltrar un poco y tirar para delante. Tenía muchas ganas porque son los dos últimos partidos del torneo más importantes y había que hacer lo que fuera para jugar", señaló Uli en referencia al esfuerzo hecho para estar en Huelva ante el Recreativo, donde el equipo encajó al final un empate que "obviamente duele. Eran 95 minutos y teníamos el play off casi asegurado. Pero sabemos que puede pasar cualquier cosa porque esto es fútbol. Lo bueno es que viene una revancha y está en nuestras manos ganar y meternos. El equipo está comprometido, con confianza y con fe de poder meternos".
El mexicano, como el resto del vestuario, no se ha detenido a hacer cuentas, pues "lo primero es atender a nosotros, porque si pierden y con ello nos ayudan, pero nosotros no conseguimos la victoria, no vale de nada. Tenemos que pensar en nosotros y, al final del partido, ver qué pasó". Aun así, resulta inevitable mirar al resto de rivales directos, ya sea antes y durante el choque. Dávila no oculta que "estaremos con la presión y con la incertidumbre de que, aunque primero va lo que hagamos nosotros, hay que saber cómo van los rivales, que será algo importante. Tenemos que llevarlo de la manera más positiva que se pueda y hacer el mejor partido del torneo". "A final de cuentas, tú eres lo importante, porque si vas perdiendo que los demás vayan ganando o perdiendo da igual. Tenemos que concentrarnos en lo nuestro y luego ver si los resultados se dan bien. Pero lo importante es lo que hagamos nosotros".
Y eso pasa por superar al Mallorca en "un partido diferente, porque nos jugamos todo el torneo, aunque el equipo está acostumbrado. En los últimos 10 o 12 fines de semana hemos jugado cada día una final. No es nada raro para el equipo, pese a que somos conscientes de que no sirven de nada los diez últimos partidos si éste no lo ganas". Enfrente, los bermellones llegan en una situación que quizás no esperaban al principio del curso, luchando todavía por la permanencia que garantice la viabilidad del club.
"Sabemos que es un gran equipo que por circunstancias está donde está. Tienen mucha calidad y los jugadores que tienen son buenos. No va a ser un partido fácil, al contrario, es el más difícil que vamos a tener en todo el torneo, pero hay que afrontarlo así", advirtió el mediapunta cordobesista, que no tiene dudas de que a pesar de la calidad que pueda atesorar el bando insular "cada equipo está, no en el lugar que se merece, pero sí donde las circunstancias mandaron. El Mallorca está ahí, es un gran equipo que se juega la vida para no descender, pero nosotros queremos meter al equipo en play off y pelear por el ascenso. Aunque te pongas a pensar que es el Mallorca, no le vas a regalar nada; ni nosotros a ellos ni ellos a nosotros. Vamos a salir los dos a matar porque ellos se están jugando el no descender y nosotros el meternos a play off. Al final, los dos equipos están jugándose la vida". Y ésta, como decía Andrés Montes, puede ser maravillosa.
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