Salva Sevilla está perdido

El Córdoba ya ha dado por perdido a Salva Sevilla. La intromisión del Betis, con el Levante como brazo ejecutor, en una operación que el club tenía cerrada desde el mes de mayo ha roto parte de la planificación de la dirección deportiva blanquiverde. La entidad es consciente de que el centrocampista del Salamanca no jugará en El Arcángel el próximo curso, pero ahora quiere exprimir otra opción: la de su derecho a una compensación económica.

Porque en el Ruiz de Lopera ya se da por hecho que el jugador será bético gracias a una operación a tres bandas en la que el Betis ha contado con la colaboración del Levante. El acuerdo que el Córdoba había firmado con el mediocampista incluía una cláusula de penalización en caso de que el jugador lo incumpliera con otro club de Segunda División. La intromisión verdiblanca, con una oferta económica que dobla la cordobesista tanto en lo económico como en la duración (cuatro años), fue suficiente para que Salva Sevilla se arrepintiera de lo firmado en su momento y quisiera romper su vínculo con el Córdoba.

Sólo fallaba el aspecto de la contraprestación económica. A pesar del cierto vacío de poder que se cuece en el Betis -se especula de nuevo la opción de que Ruiz de Lopera venda su paquete accionarial, y el propio director deportivo Manuel Momparlet tiene sobre sí la espada de Damocles tras el fallido ascenso a Primera-, la entidad sevillana ha encontrado en el Levante el aliado perfecto para sus propósitos. El club granota, recién ascendido a Primera, también había seguido con interés al jugador -11 goles con el Salamanca esta misma campaña- y pretendía tener alguna opción de futuro sobre él, aunque también era consciente del interés del Betis. Los intereses cruzados de los dos clubes encontraron acomodo en una operación por la que el Levante fichará al jugador para, inmediatamente después, traspasarlo al Betis. Los sevillanos, por su parte, perdonarán en compensación algunas deudas pendientes por los traspasos de Xisco y el cordobesista Juanlu, quien curiosamente comparte representante (Joseba Díaz) con Salva Sevilla.

Al ser el Levante equipo de Primera, la cláusula de penalización quedaría sin efecto, por mucho que el jugador almeriense acabara militando en un rival directo del Córdoba en una operación a tres bandas de pura ingeniería deportiva.

El nuevo escenario ha sentado mal en la entidad blanquiverde, que veía en ejemplos como el de Salva Sevilla los beneficios de una pronta planificación sobre objetivos apetecidos en el mercado. "No voy a hablar. No tengo nada que decir", indicó Javier Zubillaga a la entrada de la comida de homenaje a Rafael Campanero, pero fue otra voz del club, la del vicepresidente Antonio Prieto, la que apostó por pelear hasta el final por una compensción económica.

El directivo blanquiverde apuntó que el Córdoba es "a diferencia de temporadas anteriores, más atractivo para los jugadores", aunque en determinados casos, como el del Salva Sevilla, "hay hombres que están firmados y que están siendo sometidos a presiones externas para que no cumplan sus compromisos". En todo caso, y consciente de que al Córdoba se le ha escapado el jugador, Prieto insiste en que "exigiremos una compensación económica hasta el último extremo".

Expectante ante el paso de los acontecimientos, desde el club de El Arcángel ya se estudia cómo hacer valer ese preacuerdo con Salva Sevilla y sacar tajada económica de una operación en la que el Córdoba se siente burlado. En todo caso, el jugador se da por perdido. Si Zubillaga quiere un centrocampista con vocación ofensiva, tendrá que buscar otro en el mercado.