El Itea Córdoba sigue con paso firme al frente de la clasificación en el Grupo D de la División de Honor Plata Femenina de balonmano, mientras que el Deza Córdoba BM no logra salir de la zona baja de la tabla. La jornada de los equipos cordobeses deparó un triunfo y una derrota. La cara la ofreció el Itea Córdoba, que superó con solvencia al Urci Almería (27-20), mientras que la cruz fue para un Deza Córdoba BM que cayó en su visita al Getasur (27-23) pese a luchar hasta el final.

El Itea Córdoba tuvo que trabajar mucho para asegurar su victoria ante un buen Urci Almería. Las fuensantinas dominaron el marcador desde el inicio, pero con rentas que no excedieron de los dos o tres goles en toda la primera parte. Auts y Ángela Ruiz llevaron la voz cantante en ataque, mientras el Urci Almería sufría un varapalo importante con la lesión de Sara Hernández, su mejor jugadora. Pese a ello, al descanso el equipo cordobés vio como el resultado seguía igualado (12-12).

El primer tirón serio al partido llegó tras el paso por vestuarios. El Itea Córdoba salió firme en defensa y eso lo aprovechó para anotar goles con más facilidad y abrir rentas poco a poco. Al ecuador de esa segunda parte, el 17-14 ya indicaba un punto de ruptura que las fuensantinas terminaron de confirmar para irse poco a poco distanciando hasta el 27-20 final. Ángela Ruiz, con siete goles, acabó como la máxima goleadora en el cuadro local.

El Deza Córdoba BM, por su parte, volvió a pagar cara su inexperiencia en la categoría y terminó cediendo en un partido ante el Getasur que llegó a dominar con solvencia. Las chicas de Mario Ortiz hicieron un gran primer tiempo, con fluidez en ataque y buena defensa, para disfrutar de hasta cinco goles de renta por momentos, gracias a la inspiración de Ariadna Vázquez. Al descanso, el 11-13 hacía sonreír a las cordobesas.

En el segundo tiempo, el conjunto granate supo arrancar bien, pero pronto un atasco en ataque le costó caro y el Getasur lo aprovechó para tomar la delantera en el marcador. En los últimos 15 minutos, las madrileñas se pusieron por delante y supieron jugar con su renta y con el cansancio de las cordobesas para no dejar lugar a la reacción del equipo dirigido por Mario Ortiz, que confirmó su derrota por 27-23.