Hora de refrendar

Invicto en lo que va de año -con la lógica excepción de la visita copera a Barcelona-, imbatido e igualado a puntos con un Sabadell que marca la frontera con el play off. La situación actual del CCF es buena. Pero puede ser aún mejor. Falta un paso más. Refrendar la mejoría experimentada con otra victoria fuera de casa para asaltar definitivamente los puestos de honor y presentar la candidatura a todo. No es misión imposible ni mucho menos porque enfrente estará el que, hoy por hoy y con números en la mano, es el peor equipo de la categoría. Aún así, bien harían los blanquiverdes en no confiarse lo más mínimo tras la experiencia vivida hace un par de meses con el Hércules y la posterior crisis de identidad en la que desencadenó el traspiés.

El vestuario del CCF ha demostrado estar comprometido con la causa. Cuando peor se han puesto las cosas, cuando Berges se ha ido quedando con los efectivos justos, el grupo ha unido sus fuerzas para sacar la situación adelante. Y vaya como lo ha hecho. Siete puntos de nueve es el balance desde aquella tarde negra ante el Recreativo con la que se echó el cierre a 2012. Un empate en Miranda de Ebro y dos victorias en casa. Siempre con la portería a cero. Demostrando una clara evolución semana tras semana. Es el camino para alcanzar las altas cotas que se han marcado como reto para esta temporada.

Tan notable está siendo la respuesta que no se esperan cambios en el once. De momento, ya no los ha habido en la convocatoria. Era lo normal, porque no hay más donde elegir. Ni siquiera aunque Pauliño pudiera calzarse ya las botas hubiera dejado sin sitio al canterano Javi Cabezas. Berges tiene claras sus preferencias. Al menos mientras tenga apenas a 18 jugadores a su disposición, incluyendo a un Fede Vico que sólo ha completado dos sesiones tras su paso por la selección sub 19. Porque Gaspar sigue fuera por sus problemas de espalda -podría estar listo la próxima semana para recibir al Lugo- y de fichajes, nada de nada.

El único que ejerce como refuerzo de verdad es Armando, que ha blindado la defensa hasta el punto de que Alberto García ya es el segundo en la carrera por el Zamora. Berges sabe que cerrar el grifo es sinónimo de éxito. Más si cabe con los probados problemas ofensivos de un equipo que, con las dos excepciones de Ponferrada y Murcia, no llega siquiera a alcanzar un promedio de un gol por partido.

Algo en lo que ha tenido mucha culpa la sequía de un Rennella que ya se quitó toda la ansiedad en el último partido y, tras superar unas molestias físicas que pusieron en duda su participación hoy, está llamado a volver a liderar a un equipo con mucha hambre, un equipo que quiere más. Porque todos en el CCF saben que hay potencial para estar más arriba, para no conformarse con pillar el play off por los pelos. Para eso hay que ganar hoy.