"Falta el detalle de pagar"

El presidente del Córdoba, José Miguel Salinas, acudió ayer a El Arcángel para reunirse con el vicepresidente económico, Antonio Prieto, y el técnico, Lucas Alcaraz. El motivo de la cita fue seguir con "el ritmo normal" de una entidad que tiene un nuevo dueño, aunque no puede regir porque aún no ha abonado el dinero que prometió.

Al menos, eso comentó Salinas a los medios: "(Víctor) De Aldama es el propietario según escritura pública, pero si continúas leyendo la escritura también dice que queda el pequeño detalle de pagar (los 2,7 millones de euros iniciales). Resuelto esto, por supuesto que es el propietario, pero mientras que no ocurra... Hay que perfeccionar el contrato con el pago".

El plazo pactado por ambas partes para cerrar la transacción ya es papel mojado. "Antes de tal día (el lunes) se haría el ingreso y no se ha producido, por tanto queda ese paso por dar", insistió. Así que la lectura de que De Aldama es el nuevo dueño del Córdoba sólo "es correcta si se completa con el pago".

No obstante, aunque del lunes ya han pasado tres días, Salinas indicó que De Aldama "nos ha garantizado que se va a producir el abono". A diferencia del grupo capitaneado por Alessandro Gaucci, pues "nos dijeron que no tenían la capacidad financiera para hacerlo, mientras que este inversor sí la tenía. Ésa es la diferencia". Por cierto, que aunque Salinas contó que "no hemos vuelto a contactar con los italianos" porque "tenemos una operación cerrada y estamos a la espera", también reconoció que "se puede hablar periódicamente con ellos, pero no por el tema de la venta". En suma, que "no está en la voluntad del Grupo Prasa que se rompa el contrato" ya firmado. Sin embargo, hay voces que apuntan a un grupo árabe. O sea, la tercera vía.

"Hablé anoche (por el miércoles) con José Romero porque confiamos en que el retraso se solucionará en los próximos días", añadió el presidente. Latente está la pregunta de cuál es la justificación dada por el comprador para la demora en el ingreso. Salinas tiene clara su postura: "¿El motivo? Que lo diga el que se retrasa". Por el Consejo Superior de Deportes (CSD) no será, porque su visto bueno "estaba ayer -por el miércoles-, porque el CSD no entra en la capacidad del comprador, no revisa toda su documentación". De todos modos, sí advirtió de que "pueden tener un sistema de recibir la financiación que le pidan un certificado por escrito que tengan que recoger en Madrid". Tampoco habló de ningún ultimátum antes del cual deberían depositar lo pactado los de Signum Inversiones, porque "no soy el vendedor ni el comprador. José Romero tendrá que decidir si hay un horizonte de cumplimiento de contrato". De momento "no me ha dado ninguna fecha", así que "no hay plazo".

Para lo que sí hay estipulado una fecha exacta es para el cierre del mercado de fichajes, el 31 de enero, y por eso el club debe seguir funcionando dentro de una imposible normalidad. "Nos quedan pocos días para el mercado de invierno y tenemos que hacer gestiones. Estamos pendientes del ingreso del comprador, pero mientras tanto el club sigue siendo el que es, propiedad de Prasa, y el consejo está plenamente en funciones", enfatizó.

Desde la cúpula de la directiva tampoco ven impedimentos para sumar futbolistas a la causa a pesar de la reclamación del Real Madrid por Agus (y las cantidades pendientes de pago a Simon, Lizio y Scotti). "¿Quién ha dicho que no podamos fichar? Si tenemos jugador que fichar, resolveremos los derechos. Si no tengo a nadie que fichar, para qué voy a invertir dinero en una causa pendiente. ¿Tú no oíste a Lendoiro el otro día? Para fichar lo que me haga falta levantaré lo de Sergio, si no... No te preocupes, que si hay oportunidad de hacer algo se llegará a un acuerdo. Hay muchos días todavía. Hemos estado a la espera de no hacer nada durante varios días, pero ya tenemos que hacerlo, es mi responsabilidad como presidente hasta que este momento se resuelva", aclaró.

Todo el revuelo provocado por este culebrón en el que se ha convertido el traspaso de poderes ha generado incertidumbre y enojo en bastantes sectores del cordobesismo. Salinas abordó el debate primero alabando una vez más a José Romero y luego exceptuando las peculiaridades de toda Sociedad Anónima Deportiva: "Una negociación de compraventa de compañías mercantiles tiene muchos vaivenes. Si las noticias sólo las producen los interesados, un día se da un comunicado y ya está. En el mundo del fútbol no puede ser así y lo comprendo. Todo aquel que quiera opina sin tener la más remota idea de lo que va a ocurrir, lo puede hacer y lo respeto. Cuando se produzca el final habrá que hacer balance, y creo que si de alguien va a quedar su figura agigantada será la de Prasa y su presidente, porque está defendiendo un dinero que no va a ir para él. Si tuviera menos interés en el Córdoba y en Córdoba la operación ya se habría cerrado. Está manteniendo las negociaciones para que el equipo no tenga ningún problema financiero hasta el final de temporada. Estamos en el camino de la dignidad".

Dicho esto se marchó a charlar con el entrenador. Al volver, ya más relajado, confesó su satisfacción por el diálogo mantenido porque Alcaraz "está muy animado y ha conseguido aislar muy bien al vestuario", y repitió que "el club está vendido, únicamente estamos a la espera. Tenemos que respetar la escritura otorgada. El club está haciendo todos los esfuerzos y se está produciendo una transición en la que nosotros tenemos que tomar decisiones, como todas las semanas tenemos contactos, y cuando De Aldama plasme el pago se producirán los cambios oportunos". Incluso cabría la posibilidad -como comentó el empresario madrileño- de que el nuevo dueño acuda al palco de El Arcángel en el duelo con el Girona. "Si decide hacerlo se le tratará con toda cortesía", aunque "el presidente soy yo". Mientras tanto, tanto él, que reconoció estar "cansado, aunque mejor que hace tres días", como todo el cordobesismo esperan el desenlace con expectación. Y hastío.