Fallece el cordobesista de las Cinco Copas

Jordi Vila brilló en el Barcelona entre 1950 y 1954 y se retiró en El Arcángel en 1962

R. D. / Córdoba

21 de enero 2011 - 05:02

Jordi Vila, jugador del Barcelona entre 1950 y 1954, murió ayer en el Hospital de Mahón (Menorca) a la edad de 81 años. La suya es una historia trágica, una carrera feliz en los inicios y marcada por el fatalismo en el desenlace. Porque se hizo grande conquistando títulos como jugador azulgrana y apuntaba a la gloria como blanquiverde, pero una lesión truncó su trayectoria y empañó los laureles previos.

Nacido el 19 de mayo de 1929 en Santpedor (Barcelona), la localidad que varias décadas después alumbró a Pep Guardiola, Vila jugó en el Manresa y el Badalona antes de fichar por el Barça en 1950. Como culé disputó un total de 45 partidos, en los que marcó 31 tantos. Fue un delantero centro con un gran olfato de gol que brilló junto a Ladislao Kubala en el mítico equipo de la temporada 51-52, conocido como el de las Cinco Copas, aquel conjunto que deslumbró con su fútbol y dejó pequeño el campo de Les Corts. En la Copa de España de aquella campaña, Vila anotó en todos los encuentros (siete) e hizo nueve dianas. Su palmarés con el Barcelona es de alabar: dos Ligas (51-52 y 52-53), una Copa Latina (1952), tres Copas de España (50-51, 51-52 y 52-53) y dos Copas Eva Duarte (1952 y 1953).

Posteriormente militó en el Valencia, el Betis y el Córdoba. Y en El Arcángel se topó con la cara más amarga del fútbol. En la temporada 61-62 era uno de los puntales de un equipo que se disponía a disfrutar de su primer ascenso a Primera División. En el entrenamiento previo al viaje a Huelva, donde el combinado de Roque Olsen remató la faena con un 0-4, se lesionó. Su sustituto, Miralles, se convirtió en el héroe al celebrar tres goles. Él no volvió a jugar.

Los restos mortales de Vila serán incinerados hoy en el cementerio de Ciutadella y la misa funeral tendrá lugar mañana en la parroquia de Sant Antoni Maria Claret de la ciudad menorquina.

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