Desafío a los pronósticos

La pasión, la intensidad y la tensión de un derbi medirán esta noche las opciones ligueras del Real Madrid, en un duelo transcendental para sus aspiraciones en el Vicente Calderón, donde el Atlético desafía los pronósticos y una racha de más de 11 años sin ganar al eterno rival con la mirada puesta en Europa.

Es un encuentro de máxima importancia para ambos equipos. Ninguno tiene margen de error. Ni el conjunto blanco, obligado a sumar los tres puntos para no quedarse descolgado de la carrera por el título liguero con su más directo rival, el Barcelona, ni el rojiblanco, que aún persigue las plazas de competición continental en su turbulento viaje esta temporada.

Los precedentes favorecen al conjunto blanco, invicto en los últimos veinte derbis, dieciocho de Liga y dos de Copa del Rey, resueltos con catorce triunfos madridistas y seis empates. Su derrota más reciente con el equipo rojiblanco data del 30 de octubre de 1999, cuando perdió en el Santiago Bernabéu por 1-3.

Llega el Real Madrid a la cita pendiente del estado de Cristiano Ronaldo. Mourinho comentó ayer en rueda de presa sobre el portugués que "estaría mejor si el derbi fuera el domingo -por mañana-. Si juega sería una situación de altísimo riesgo". Adebayor sería su sustituto si Cristiano no está en condiciones de jugar. Otra novedad que se perfila es la presencia de Lass Diarra por Sami Khedira.

Enfrente estará el Atlético, en alza en las últimas cinco jornadas, en las que ha sumado dos victorias y tres empates, y ya recuperado de su terrible inicio de año, pero aún en busca de su mejor nivel y de la regularidad que le permita mirar con más seguridad y credibilidad a las posiciones de competición europea.

Igualado con el séptimo puesto, que este curso da acceso a los torneos continentales, y a cuatro puntos de la quinta plaza de la clasificación, el derbi le da esta noche la oportunidad de reivindicar su potencial, puesto en duda por los resultados de esta campaña, en un escenario magnífico, su estadio, y contra su histórico eterno rival.