El ciclista español Alberto Contador admitió este martes que será "casi imposible" correr la Vuelta a España, pese a que no tendrá que ser operado tras la caída que sufrió en el Tour de France.  El líder de equipo Tinkoff-Saxo fue sometido a una revisión médica exhaustiva en Madrid y confirmó que sufrió una fisura de la meseta tibial de su pierna derecha que no deberá ser operada. 

"El doctor me ha dicho que una operación aumentaría el traumatismo que ya ha sufrido la rodilla y retrasaría todavía más la recuperación. La buena noticia es que no tengo ningún tendón ni ligamento lesionados y que la fisura está en el mejor sitio posible. Al menos tendré que estar dos semanas parado y, hasta que no cicatricen las heridas, con la pierna inmovilizada", dijo Contador. 

Sin embargo, su participación en la Vuelta, que comienza el 23 de agosto, luce más que difícil. "Los médicos me han dicho que va ser casi imposible que pueda estar en la Vuelta a España, pero ya veremos cómo evoluciona la  pierna. Estoy tranquilo porque me han mirado de arriba abajo y ya  estoy seguro de lo que tengo. Los médicos me lo han puesto muy negro,  pero voy a trabajar muy duro en las próximas semanas y ya veremos  hasta dónde puedo llegar", aseguró el español. 

Contador, campeón de 2007 y 2009 en el Tour de France, debió retirarse el lunes de la competencia al irse al suelo en el descenso de Petit Ballon, el primero de los cuatro puertos de primera  categoría programados para la novena etapa entre Mulhouse y La  Planche des Belles Filles. Campeón esta temporada de la Tirreno Adriático y la Vuelta al País  Vasco, llegaba al Tour como el ciclista más en forma de la temporada  y con mejores expectativas que el año pasado, cuando no pudo aguantar  el ritmo del británico Chris Froome en su primer intento de recuperar  la corona francesa tras su sanción por doping.