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Conjura de meigas

El Cajasur sumó la segunda derrota de la temporada, primera en casa, ante un Ourense que supo explotar sus armas. Además, las granates no fueron efectivas en los metros finales, y eso se paga caro.

Las gallegas entraron en la pista con una defensa muy presionante que ahogó la salida de las cordobesas. De este modo, las chicas de Rafa García necesitaron algo más de cinco minutos para crear la primera ocasión clara. La local Amparo, tras un robo en mitad de la cancha, se plantó sóla ante la meta gallega, pero en el momento de regatear a Moni se escoró tanto que su lanzamiento acabó en el lateral de la red del cuadro orensano.

En la otra área, la cancerbera cordobesa también tuvo que emplearse a fondo en un disparo desde la banda derecha de Bea que despejó a saque de esquina. Aún así, las locales se fueron a la búsqueda del primer tanto, que estuvo a punto de llegar si Rocío, tras jugada de Amparo, no se hubiera tropezado justo antes de golpear el balón, enviándolo fuera. Acto seguido llegó el tanto del Cajasur. Una jugada de estrategia a la salida de un córner puso a las cajistas por delante en el luminoso. Isa recibió en la frontal del área y conectó un gran disparo a la base del palo haciendo inútil la estirada de Moni.

Con el marcador a favor, las granates vieron cómo el Ourense se lanzó al ataque. Y tanto fue el cántaro a la fuente que se acabó rompiendo. La orensana Dolo recogió un rechace de Lorena y, tras driblar a su defensora, batió de fuerte disparo a la meta local. Sin embargo, en los minutos finales de esta primera mitad, el Cajasur pudo, de nuevo, adelantarse en el electrónico. Amparo metió un pase al segundo palo pero, cuando Laura Bestué ya estaba dispuesta para empujar el balón a la red, la guardameta Moni desbarató el peligro y dejó las tablas al descanso.

Tras el receso, las de Rafa García se pusieron las pilas y desperdiciaron inmejorables ocasiones de gol, algo que a la postre fue un lastre demasiado pesado. Las orensanas no cedieron demasiado y Bea, con un fuerte lanzamiento, adelantó a su conjunto e hizo saltar las alarmas al cuadro local.

Con la ventaja en el marcador, leyeron perfectamente el partido, se encerraron atrás y no dejaron un hueco por el que el ataque local fuera capaz de ver la luz. Con el equipo volcado en busca del empate llegó un nuevo tanto de Bea que dejó prácticamente sentenciando el envite. En los minutos finales, las cordobesas, con más corazón que acierto, buscaron recortar distancias pero el marcador ya fue inamovible.

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