Cómodo triunfo cordobesista

Sin la más mínima complicación. El Córdoba sacó los tres puntos en litigio ante un Goyu Ryu que aguantó como pudo las acometidas blanquiverdes, pudiendo el conjunto que dirige Alfonso Hidalgo, a tenor de las ocasiones que malogró en la primera mitad, haberse ido al descanso con los deberes ya hechos.

Los cordobesistas, cuando sólo habían transcurrido nueve minutos, pudieron romper el empate inicial, pero Eladio disparó rozando la madera una falta al borde del área cometida sobre Guti.

Los locales insistían una y otra vez ante el portal defendido por Carnero, que antes del ecuador de este acto realizó la parada del encuentro. Ezequiel soltó un zapatazo desde la esquina del área y el meta, metiendo su puño, despejó cuando se colaba el balón por la escuadra. Sin embargo, nada pudo hacer para detener un disparo del propio Ezequiel, que tras controlar en el área, remató duro y cruzado alojando el balón en el fondo de la red.

Nada más comenzar el segundo periodo, el técnico cordobesista realizó una sustitución que marcó el devenir del choque. Mario entró al terreno de juego y sólo un minuto después, en el primer balón que tocó, tras marcharse en carrera de dos defensores, lanzó una vaselina que acabó en la red.

El tanto dio tranquilidad a un conjunto local que a punto estuvo de repetir jugada con la entrada de Polonio, pues el recién incorporado, mandó al larguero caballa el primer balón que tocó.

Instantes después, el propio Polonio incrementó diferencias en el marcador. El punta cadete le ganó la acción en carrera a Víctor y se plantó ante el meta visitante, picándole el balón.

El conjunto ceutí achicaba balones como podía y esperaba a que el crono pasara lo más rápido posible para llegar al final. Pero los locales agrandaron la herida del rival. En los compases finales, Mario cedió un balón de oro a Juan, que se plantó solo ante Carnero para fusilarle a placer.