El Atlético Espeleño se vio superado por el filial del Ceuta en el choque aplazado del pasado sábado que se disputó este miércoles en territorio caballa y que complica la vida al equipo entrenado por Juan Carlos Quero en la lucha por la permanencia. Los rojillos fueron a remolque desde el primer tiempo y, aunque recortaron distancias ya en los minutos finales, no pudieron arañar un punto que les habría resultado un buen botín para mantener distancias con un rival directo en la tarea de eludir el descenso.

Los de Quero viajaban a Ceuta por fin después de que el pasado sábado las malas condiciones climatológicas impidieran el desplazamiento. Por delante, un encuentro crucial ante uno de los tres equipos que se encuentran en zona de descenso. Para el conjunto rojillo era primordial arañar al menos un punto, pero el filial del Ceuta también tenía muy presente la importancia del choque.

Y por ese motivo fueron los caballas los que dominaron el encuentro en sus primeros compases. Aunque no hubo excesivas ocasiones, fue el filial ceutí el que más buscó el tanto que desequilibrara el marcador, que acabó llegando en el minuto 25, por medio de Taufer, que aprovechó una desaplicación defensiva del conjunto cordobés para batir a Gonzalo y poner a los suyos por delante.

Con el marcador ya en contra, al Espeleño le costó un mundo atacar ante un Ceuta B bastante ordenado y peligroso al contragolpe. Fue así como, tras otra acción muy poco afortunada en defensa para el conjunto de Espiel, llegó el 2-0. Iván Breñé puso tierra de por medio en el minuto 43, complicado el panorama para los rojillos.

El cuadro entrenado por Quero intentó reaccionar en la segunda parte, en la que gozó de varias ocasiones que no llegaron a fructificar. Fue ya en los compases finales cuando Juan Andrés pudo recortar distancias por medio de un penalti. El Atlético Espeleño trató entonces de quemar sus naves en busca del empate, pero el pitido final abortó cualquier ocasión.