De libros

La escritura del mundo

Si hemos de ser justos con don Honoré de Balzac, la importancia de esta obra reside no sólo en su temática funcionarial, que a estas alturas del siglo -1841- es ya una temática consolidada; sino en la disposición de dicha novedad en forma de Fisiología. Una década antes, nuestro Larra había acuñado ya una sólida caricatura del funcionario en Vuelva usted mañana; de lo cual es posible inferir, a dos siglos de distancia, tanto una rauda propalación del Estado a ambos lados del Pirineo, como un dilatado asombro ante las cualidades y prerrogativas de este oficio, característico del XIX, hijo de la Revolución y nieto de las Luces.

Es fácil, pues, comprender esta fisiología de Balzac, donde se estratifica el sacerdocio último del siglo. El XIX escogió dos formas principales de expresarse: la exactitud y el misterio, y en ambos casos extravasó las capacidades científicas a campos que, en principio, le fueron extraños. Cuando Flaubert publique su Bouvard y Pécuchet, no hará sino una crudelísima burla de aquella erudición técnica que ensombreció su tiempo. Y también Kafka, a su modo, ofrecerá una plástica funcionarial del terror, desconocida hasta entonces. Balzac, sin embargo, se ha propuesto, sencillamente, caracterizar su siglo, revolucionario y burgués, urgido por la moneda, gobernado por ese monstruo polimorfo y sin rostro, la Administración, y para eso escoge una herramienta de la modernidad, cual es la caricatura. También esa modulación pseudocientífica del idioma, que en Goethe y Humboldt era dictada por la reverencia, pero que en Balzac viene socavada por el humor, y donde el funcionario adquiere el prestigio y el exotismo de un ave ultramarina (véanse las excelentes ilustraciones de Trimolett que acompañan la edición).

La silueta de fondo, en cualquier caso, no es otra que esa realidad maciza, tediosa, procedimental, de la que nace el ciudadano moderno. Tal realidad, obviamente, es la escritura funcionarial del mundo. O dicho con mayor exactitud: su minuciosa escrituración, con lacres y estampillados.

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