El salto de calidad que aún busca el Córdoba CF

El Córdoba CF atraviesa un gran momento, instalado en una dinámica que le ha permitido sumar puntos en las últimas ocho jornadas y colarse en la pelea por la zona noble de manera decidida. El equipo de Iván Ania da síntomas de ir creciendo conforme la competición avanza y, ahora que el entrenador ya ha consolidado un once inicial claro, el reto que tiene por delante es el de elevar la aportación de la segunda unidad, que de momento no está dando la talla y respondiendo a las expectativas.

El club apostó el pasado verano por alargar su plantilla, precisamente para dotar al entrenador de más recursos con los que exprimir el rendimiento colectivo. Sin embargo, Ania ha conseguido que el once inicial se asiente y dé ya sus frutos, con cuatro semanas consecutivas repitiendo a los protagonistas en el equipo titular, pero no ha encontrado todavía variantes de peso específico desde el banquillo.

Esa carencia de profundidad en el rendimiento de la plantilla queda evidenciada si se atiende a la aportación goleadora de los suplentes, que se reduce únicamente a cuatro de las 18 dianas que ha materializado el equipo. Un déficit importante que el Córdoba CF debe ir corrigiendo, sobre todo si quiere que su pelea por los objetivos nobles no sea flor de unas semanas y pueda mantenerse en la zona alta hasta el tramo final y definitivo de la competición.

En 13 jornadas, el peso de la tarea ofensiva en el Córdoba ha recaído de manera notoria en los titulares elegidos por Ania cada semana. La aportación del banquillo en la tarea del gol se reduce a cuatro dianas. La primera la aportó Adri Fuentes (ahora máximo goleador e indiscutible en el once inicial) en el partido ante Las Palmas de la segunda jornada liguera, cuando su rol en el equipo se reducía a aprovechar los minutos finales de los partidos. Dos semanas después, en la jornada 4, Kevin Medina salió desde el banquillo para hacer el gol de la victoria ante el Castellón. En la jornada 7, Dalisson sumó su primera diana y rescató un punto de la visita a la Real Sociedad B. Y el pasado domingo, en La Rosaleda de Málaga, el gol de Diego Bri sirvió para arañar otro punto en el último suspiro.

Los 14 goles restantes, y hasta las asistencias de gol (con la salvedad de la que Álex Martín le brindó a Adri Fuentes ante el Málaga) han estado monopolizadas por el núcleo duro de la plantilla, el que ahora mismo copa el once inicial que Iván Ania ha repetido en las últimas cuatro jornadas de liga.

Mucho margen de mejora desde el banquillo

Aunque el rendimiento del equipo está siendo notable en los dos últimos meses, en el Córdoba CF saben que los objetivos a largo plazo deben sustentarse sobre un mayor rendimiento del colectivo. Y ahí el conjunto blanquiverde tiene un margen de crecimiento importante, pues son varios los futbolistas cuyo desempeño se encuentra muy por debajo de las expectativas que en ellos se habían puesto.

El caso más sangrante y paradigmático es el de Sergi Guardiola, quien todavía no ha sido capaz de ver portería y que lleva más de un año natural sin celebrar un gol en competición oficial. Pero ahí no queda la cosa. Futbolistas como Pedro Ortiz o Jan Salas, relegados a un papel residual desde hace semanas en el centro del campo, u otros como Kevin Medina y Diego Bri en los costados del ataque, deben aportar mucho más de lo que hasta el momento han ofrecido.

Y es que cuando el Córdoba CF apostó por una plantilla de 24 futbolistas en el primer equipo, más la ayuda puntual de los jóvenes del filial, lo hizo con la idea de que el rendimiento del colectivo estuviera mucho más compensado, para que Iván Ania tuviera variantes en todas las posiciones que permitieran mantener un nivel alto en el equipo. De momento, el técnico ya ha elevado el listón de rendimiento de los titulares y tiene pendiente ese salto de calidad que debe llegar desde el banquillo.