álex quintanilla. futbolista

"Desde fuera, la presión sobre el deportista de élite no se valora"

  • "Ahora mismo estás en descenso pero en dos semanas puedes estar fuera", asegura el central, que cree firmemente en la salvación

  • "Si lo logramos sería algo histórico", apunta

"Desde fuera, la presión sobre el deportista de élite no se valora"

"Desde fuera, la presión sobre el deportista de élite no se valora"

Álex Quintanilla (Bilbao, 1990) no es un futbolista más. Aparte de su licenciatura en Ingeniería Industrial -su otra gran pasión al margen del fútbol y algo de por sí poco común en un vestuario-, no hay tema del que no parezca tener una opinión formada y razonada. En las distancias cortas, el central blanquiverde es una copia de lo que se le puede ver en el campo, tranquilo y seguro en cada una de sus afirmaciones. Ese carácter tan del Norte le ayuda a llevar mejor la situación que atraviesa el Córdoba, al que llegó tras unos duros meses en el paro que no le hicieron replantearse su camino, porque tiene claro que el fútbol es su pasión y "no hay algo más maravilloso que hacer lo que te gusta". Por eso da por buena la presión que vive por la situación delicada del CCF y es capaz de transmitir su firmeza en el convencimiento de que el conjunto blanquiverde acabará celebrando la permanencia. Buena parte de las opciones del Córdoba pasarán por las botas de un hombre que agarró su oportunidad para convertirse en un fijo en los planes de Sandoval.

-En un deporte en el que los héroes son los delanteros, ¿cómo se hace uno defensa?

-Yo venía de jugar en la delantera. Empecé de lateral izquierdo sin ser zurdo, luego empecé a jugar más adelante hasta llegar a delantero y así entré en Lezama, como punta, en alevines. Luego con los años fui retrasando la posición en el campo, hasta que me consolidé como central.

-¿Cómo es eso de verse cada vez más lejos del área rival?

-Igual por tu carácter, por ser un chaval responsable para la edad que tienes, pues te van ubicando más atrás los entrenadores en el campo. Yo siempre lo llevé bien, al final, también se disfruta jugando como central.

-Defender también es un arte.

-Tienes que anticiparte a la jugada y cuando aciertas, o ganas una disputa importante o ganas la posición en un centro lateral, también disfrutas. Ese trabajo no es tan lucido como el gol de un delantero, pero los compañeros también lo agradecen.

-Pero si fallas...

-Es verdad, es algo que nos pasa a los porteros y a los centrales sobre todo. Un delantero puede fallar nueve, meter una y si ganas es el héroe. Los defensas tenemos que ser más regulares que espectaculares y cometer los menos errores posibles.

-Viene precisamente un partido que habrá que ganar desde la defensa.

-El Rayo es el equipo que más goles hace y el que más tira a puerta, entonces ofensivamente es potente. Pero si somos capaces de ser sólidos y permitir pocas ocasiones seguro que vamos a tener opciones de llevarnos el partido. Siempre es importante no encajar gol pero quizás en este partido lo es incluso más.

-¿Cómo está físicamente tras su ausencia ante el Huesca?

-Estoy bien. En León, aún arrastraba algo de la lesión, llegué muy justo y en los últimos minutos noté una sensación mala que durante la semana del Huesca no me dejó estar del todo bien. Ahora mismo vuelto a estar al cien por cien, tengo buenas sensaciones y será el míster el que decida.

-A muchos le sorprendió su rendimiento tan inmediato después de estar unos meses en el paro.

-Yo estaba esperando una oportunidad y no me ha sorpendido el nivel que he mostrado porque estoy capacitado para ello. Yo siempre lo comento cuando me dicen que me pagan mucho por dar patadas a un balón, pero ¿cuántas personas son candidatas a mi puesto? ¿Cuántas al tuyo? Esa es la diferencia. De niños, el 98% queremos ser futbolistas, pero para llegar a ser profesional se tienen que dar una serie de circunstancias, además de tener aptitudes. En mi caso, estaba sin equipo, pero estuve preparándome para, en el momento en que tuviera una oportunidad, aprovecharla. Estoy contento de poder jugar, aunque en una situación como la que tenemos estás más preocupado que contento, concienciado de que tenemos algo importante entre manos, que hemos hecho un recorrido difícil y que lo tenemos ahí. En este tramo final, al que las plantillas llegan cansadas, es muy importante que demos otro pasito adelante, que estemos unidos para salvarnos.

-Ese cansancio será menor en un vestuario renovado como el del Córdoba.

-Está claro que cuando una máquina es nueva todo funciona a la perfección, no hay el desgaste del tiempo y esto es igual. Una temporada es muy larga, más en Segunda División, y creo que tenemos que ser capaces de hacer un esfuerzo superior al resto de equipos y aquí podemos sacar una ventaja si somos capaces de interpretar eso, que es el momento de estar juntos y apretar, porque hay equipos que están cayendo.

-¿Ve algún rival más accesible en la pelea por salvarse?

-No he pensado en un rival en concreto pero sí que veo dónde podemos puntuar, porque cuando quedan cuatro partidos ya hay que tenerlo claro. El partido de Vallecas es fundamental porque luego venimos a casa y jugamos contra un rival directo. Ahora mismo estás en descenso pero en dos semanas puedes estar fuera. Tienes las cuentas en la cabeza, pero lo que sirve es preparar este partido como si fuera el último.

-Usted ya vivió un descenso con el Mirandés, pero aquí el equipo parece muy vivo.

-Yo creo en nosotros, en la plantilla, en el club y en la afición. Me da un poco igual los demás cómo estén. Cuando yo llegué a Miranda ya había una situación difícil y es cierto que es duro. Desde fuera, la presión sobre el deportista de élite no se valora. Es duro estar en la situación en la que estamos, tener la responsabilidad de 15.000 personas que vienen al estadio y es duro llevar esto. Pero es tal la ilusión que sentimos y la fuerza que nos transmiten que ahora mismo lo que tenemos es ganas, ilusión y confianza en que lo vamos a sacar.

-¿Cómo combate esa presión?

-Cada uno es cómo es. Cuando yo hablo de presión no lo llevo al lado negativo. Aquí nos sentimos arropados y venimos de hacer un camino muy bueno. Tenemos presión por el ansia de conseguir el objetivo y tener otra vida te ayuda mentalmente a liberarte un poco. A veces es importante desconectar del fútbol.

-Usted además es ingenerio industrial, hay vida al margen del fútbol.

-No es lo único, pero yo tengo pasión por lo que hago. Hagas lo que hagas tienes que tener pasión, cada uno en su profesión. En este caso, mi pasión es el fútbol, lo otro lo tengo ahí, me gusta mucho pero ahora mi profesión es el fútbol y quiero disfrutarlo mucho porque esto se acaba pronto.

-¿Nunca le animaron a priorizar el fútbol sobre los estudios?

-Al revés, en casa lo primero siempre fueron los estudios. Mi padre fue futbolista profesional en Primera División, jugó en el Málaga, en el Betis en el Atlhetic, y siempre me dijo que lo primero eran los estudios. Al final vas avanzando y llega un punto en que has acabado tus estudios y sigues jugando al fútbol, pero lo primero en mi casa siempre fue estudiar. Yo he tenido la suerte de poder ser profesional del fútbol y ahora intento disfrutarlo, porque tengo pasión por esto y hacer lo que te gusta es maravilloso.

-Llegan al tramo final sin mucho margen de error, ¿era lo previsto?

-Nuestro objetivo interno era llegar a los últimos cuatro partidos a menos de seis puntos de distancia con la salvación, porque sabíamos que ahí tendríamos opciones. Cuando hicimos esta estrategia la situación era muy difícil. Luego llevamos una trayectoria mejor pero es que el fútbol en una semana gira 180 grados. Entonces, tenemos que estar tranquilos, concentrados, porque sabemos lo que hacemos bien y tenemos que ir a por el Rayo con confianza.

-¿Firma jugársela con el Sporting de Gijón en la última jornada? Ellos pueden venir a pelear el ascenso directo.

-Todo lo que sea llegar al último minuto del último partido depediendo de ti, yo lo firmo. No creo que nadie deba negar esa posibilidad, el rival se puede jugar el ascenso pero nosotros nos jugaríamos el descenso. Aunque de momento nos centramos en el Rayo, que es un partido complicado pero en el que creo que podemos sorprender a la gente, aunque a nosotros quizás no nos sorprenda porque nos vemos capaces de hacer algo bueno allí.

-Si logran salvarse...

-Sería algo histórico que nunca se había dado. Y creo que tenemos que ser conscientes de eso, que veníamos de una situación difícil y si lo conseguimos es histórico. Quedan sólo cuatro partidos, hemos hecho algo pero hay que dar un último arreón porque nos hemos esforzado mucho, esto ha unido mucho a la ciudad y al club, que ahora es un club muy unido a su ciudad y su afición, se ha conseguido un vínculo con los jugadores y el cuerpo técnico. Por eso vamos a echar el resto, vamos a poner lo que hay que poner para conseguir el objetivo.

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