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La permanencia se va a un partido

  • El Córdoba vuelve a ser colista y se queda a tres puntos del puesto 18 tras una jornada que ha ido nublando con su avance la media sonrisa que dejó El Molinón

  • La dictadura de los resultados vuelve a amenazar a Sandoval

Sandoval dialoga con su segundo al inicio de una sesión de trabajo.

Sandoval dialoga con su segundo al inicio de una sesión de trabajo. / jordi vidal

La media sonrisa que dejó el empate del viernes en El Molinón en el seno del Córdoba ha terminado siendo una mueca macabra con el avance del resto de la jornada. Una fecha, la 11, que vuelve a dejar al conjunto blanquiverde colista, si bien ahora la permanencia se sitúa ya a un partido, a tres puntos, lo que reduce más todavía el margen de error para no quedar fuera de distancia. Ese dato convierte en una nueva final con mayúsculas la visita el próximo sábado del Extremadura de Luis Oliver y Daniel López Ramos (El Arcángel, 20:30), que con apenas un punto más también viaja entre los cuatro últimos de la Liga 1|2|3.

La mejora de las sensaciones se ha convertido en un buen maquillaje para un CCF que, lo cierto, es que sigue sin ganar. Sandoval ya advirtió en su día que este equipo ganaría "pocos partidos", al menos hasta enero. Pero el problema es que el resto sí gana, y eso oscurece mucho el futuro. De momento, no es definitivo, ni mucho menos, pero la zona de permanencia ya se ha estirado a un partido.

Un siguiente paso hacia atrás sacaría de distancia los puestos de salvación, necesitando al menos un par de duelos salir de un descenso en el que el cuadro cordobesista se ha hecho fijo. No en vano, el Córdoba ha vivido entre los cuatro últimos diez de las once fechas consumidas, todas menos la primera con aquel punto sumado ante el Numancia. Por si fuera poco, el farolillo rojo se ha teñido de blanco y verde en cinco semanas.

Además, la jornada deja ya al equipo blanquiverde como el que menos gana de toda la categoría. Los triunfos del Tenerife (3-2 tras remontar al Alcorcón), el Cádiz (1-2 después de dar la vuelta al gol inicial del Lugo) y el Nàstic (2-1 al Oviedo con un gol de Albentosa en el descuento) hacen que el CCF sea el único con una única alegría tras once partidos. Unido a que tiene la peor defensa, de largo, de la Liga 1|2|3 con 22 tantos (2 de media) y que sólo ha conseguido ocho puntos, la posición de colista está más que justificada.

Ante esta situación, que no acaba de mejorar pese al evidente paso adelante dado por el equipo en las últimas semanas -era difícil empeorar un inicio tan lamentable-, la figura de Sandoval vuelve a verse amenazada. Es la dictadura de los resultados, que no entiende de sensaciones, sino de números. Y mientras que las primeras no se traduzcan en lo segundo, la ecuación no sale, ya que el resto de rivales sigue sumando y abriendo distancia. No es la primera final que afrontará el técnico madrileño, que hasta la fecha ha conseguido salir airoso de las vividas con anterioridad.

Con todo, parece claro que hay motivos y argumentos de sobra para tener que ganar sí o sí el sábado al Extremadura. Porque de lo contrario, las distancias serán más grandes, las sensaciones pasarán a mejor vida y el club tendrá que tomar decisiones, algo que ha ido esquivando hasta ahora pero que de no llegar victorias pasará a ser una obligación. Porque la permanencia ya está a un partido.

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