Panadería Pulido - Córdoba CF | La crónica
  • Un gol encajado en el descuento priva al conjunto blanquiverde de su primer triunfo en suelo canario

  • Ale Marín, con dos goles, vivió un debut estelar en un CCF relajado y sin la intensidad habitual

Otro resbalón en las islas (3-3)

Bernal, mediocentro del Córdoba CF, es agarrado por Rayco. Bernal, mediocentro del Córdoba CF, es agarrado por Rayco.

Bernal, mediocentro del Córdoba CF, es agarrado por Rayco. / LOF

Escrito por

· Rafael Cano

Redactor

El Córdoba CF campeón y acaparador de récords en Segunda RFEF se quedará con la espina clavada de no haber podido sumar los tres puntos en ninguna de sus visitas a territorio canario. Una circunstancia que no deja de ser anecdótica, pero que evidencia las dificultades que los blanquiverdes han encontrado cada vez que han tenido que jugar en esos terrenos de juego más pequeños de lo habitual y con una hierba sintética que dista mucho de lo que encuentran en El Arcángel. Como estadística curiosa de la temporada quedará que el Córdoba no fue capaz de ganar en el feudo de ninguno de los cinco últimos clasificados, aunque también es cierto que con la intensidad y concentración demostradas ante el Panadería Pulido San Mateo, el triunfo era complicado.

Los blanquiverdes encajaron dos goles en acciones a balón parado que no debe conceder jamás, y un tercero en el último minuto de partido que fue una mezcla de excesiva relajación y de mala fortuna, pues el disparo de Javi Martínez pegó en la espalda de Gudelj y despistó a Felipe Ramos. Pese a todo, a punto estuvo el equipo de Germán Crespo de salir victorioso de la Vega de San Mateo, demostrando una vez más que la inercia ganadora de este grupo es tal que con un partido a medio gas le puede bastar para sumar de tres en tres. La mejor noticia, con todo, es que al calendario ya solo le restan dos hojas por arrancar, pues con los todo el pescado vendido, mantener el nivel óptimo del equipo es tarea complicada.

Con hasta cinco cambios en su once inicial, Germán Crespo optó por cargar sobre el área rival sin paliativos, consciente de que el césped sintético del Municipal de la Vega de San Mateo pondría muy difícil a su equipo el jugar a ras de hierba. El técnico apostó por Casas y Willy Ledesma de inicio, prescindiendo de esa figura del mediapunta que tan bien le ha funcionado esta temporada. Pese a ello, no lo echó en falta el Córdoba CF, que se hizo dueño y señor del partido en un arranque de intensidad bastante baja.

Contagiados por el calor del mediodía canario, y por la falta de objetivos realmente vitales para un equipo descendido y el otro ya campeón y ascendido, ambos equipos se lo tomaron con calma. Eso sí, fue el Córdoba el que más incisivo se mostró de inicio. Los blanquiverdes encontraron muchas facilidades para romper las líneas de presión del Panadería Pulido San Mateo, lo que le permitió asomarse pronto por el área del conjunto canario.

Willy Ledesma saca un disparo lejano entre varios jugadores del Panadería Pulido. Willy Ledesma saca un disparo lejano entre varios jugadores del Panadería Pulido.

Willy Ledesma saca un disparo lejano entre varios jugadores del Panadería Pulido. / LOF

La primera ocasión llegó de manos de Gudelj, que subió el carril izquierdo con confianza y sacó un zurdazo cruzado que no cogió portería de milagro. Con hasta ocho jugadores metidos en campo rival, el conjunto cordobesista ahogó a un Panadería Pulido tímido, como impresionado por verse enfrente del campeón. Los insulares tardaron un cuarto de hora en salir de su campo y atisbar la meta de Felipe Ramos, quien regresaba al equipo meses después de haberse visto relegado por Carlos Marín.

Del ritmo cansino con el que marchaba el partido se salió el Córdoba a base de apariciones individuales. Gudelj apareció de nuevo en ataque para cabecear un córner que se marchó alto. A renglón seguido, Casas peleó un balón ante Hormiga, lo ganó y obligó a Godoy a enviar el balón a saque de esquina. El Córdoba se sintió muy cómodo con el balón en ese tramo de partido y la falta de presión sobre Javi Flores y Álex Bernal permitió que los dos volantes blanquiverdes conectaran con acierto con los hombres de ataque.

Camino de la media hora, Willy lo probó con un disparo lejano que complicó la vida a Hormiga y Adrián Fuentes se quedó cerca del gol tras trazar una diagonal desde la derecha buscando un envío en profundidad de Javi Flores. La placidez con la que jugaban los blanquiverdes permitió que incluso Casas y Willy, en plena pugna por acabar como el máximo goleador de la competición, compartieran la bola en una jugada que finalizó Willy, obligando de nuevo a Hormiga a intervenir.

La superioridad del Córdoba era tal que los hombres de Germán Crespo bajaron en exceso el ritmo de juego. El Panadería Pulido no dejó de intentar salir de su área, casi siempre buscando el carril izquierdo y la espalda de Carlos Puga. En una de esas acciones, camino del descanso, el balón terminó en un córner que botó Kilian Alemán y que Godoy cabeceó a medio metro de Felipe Ramos ante la pasividad de la zaga blanquiverde. La ventaja de los locales al descanso, aunque quizás inmerecida, evidenció que en esto del fútbol la intensidad y la concentración son vitales en todo momento.

Casas, delantero del Córdoba CF, intenta cabecear el balón en el área del Panadería Pulido. Casas, delantero del Córdoba CF, intenta cabecear el balón en el área del Panadería Pulido.

Casas, delantero del Córdoba CF, intenta cabecear el balón en el área del Panadería Pulido. / LOF

Era fácil intuir que Germán Crespo haría cambios para el segundo tiempo y el granadino cumplió con ese guion, dando entrada a Ale Marín y a Viedma para buscar más chispa en el ataque. Poco tardó el primero de ellos, que debutaba en liga, en dar la razón a su técnico, aprovechando un balón suelto tras envío de Javi Flores al área para empatar el duelo con un derechazo que sorprendió a Hormiga.

El Córdoba recobró entonces el dominio de la pelota, pero cuando más cómodo volvía a sentirse, llegó un nuevo contratiempo. Una falta lateral concedida por Gudelj la lanzó Kilian Alemán con toda la intención, sorprendiendo a un Felipe Ramos demasiado escorado a la espera del centro. Al verse por debajo en el marcador de nuevo, el CCF dio un paso adelante y Casas pudo empatar si no llega a rematar blando un envío de Willy. En la siguiente acción, Ale Marín volvió a mostrarse como el más listo y enchufado, al cazar otro balón suelto en el área para igualar la contienda.

Casas hace el 2-3 y fatalidad final

Faltaban 20 minutos y Germán Crespo apretó con sus cambios en busca del triunfo. El técnico apostó por una línea de tres defensas, acumulando jugadores por dentro en el centro del campo. A la zona de la mediapunta se desplazó Luismi, que desde ahí asistió a Casas en la jugada del 2-3, un contragolpe en apenas tres toques que puso en ventaja a los blanquiverdes por primera vez en el partido.

El Panadería Pulido, dañado ya en el plano físico por el esfuerzo, pecó de temerario para buscar el empate y Luismi estuvo a punto de hacérselo pagar, pero su remate raso a la contra lo sacó Juanma en línea de gol. Esa acción fue el preludio del empate, que llegó cuando ya nadie lo esperaba y de la forma más desgraciada para los cordobesistas. Un balón suelto en la frontal del área de Felipe Ramos lo estrelló Javi Martínez contra la espalda de Gudelj, de manera que el balón cogió portería y sorprendió al meta visitante.

Sin tiempo para la reacción, el Córdoba comprendió que a la quinta tampoco iba a conseguir los tres puntos en territorio canario, poniendo un pequeño borrón en ese inmaculado expediente que ha ido completando durante toda la temporada.

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