Los goles de Calderón y Toril en la segunda parte permitieron al Córdoba CF hacerse con un importante triunfo en su visita al Real Madrid Castilla. Los blanquiverdes sufrieron de lo lindo en la primera parte, llegando al descanso con un 0-0 que era la mejor noticia, para después doblegar con claridad a un rival que bajó muchos enteros en la segunda parte.

En cuanto el equipo blanquiverde pudo encontrar su fútbol y dominar el partido, un gol de Calderón cambió totalmente el escenario y el filial madridista cayó en picado mientras el Córdoba amarraba los tres puntos, para seguir así a cinco del Castellón y no arrojar la toalla en la pelea por el ascenso directo.

Así jugaron, uno por uno, los jugadores del Córdoba CF ante el Real Madrid Castilla:

CARLOS MARÍN. Nervioso. Una primera parte de muchas dudas en el juego con los pies del portero almeriense, que no terminó de encontrarse cómodo ante los acercamientos del rival. En el segundo tiempo tuvo un par de intervenciones de mérito para sellar su portería y recuperar esa sensación positiva de no encajar.

ALBARRÁN. Frenado. La insistencia del Real Madrid Castilla de cargar desde su banda en la primera parte le dificultó mucho la labor defensiva y le impidió el sumarse con alegría a las jugadas de ataque de su equipo. Mejoró en esa faceta de manera notable en el segundo tiempo.

LAPEÑA. Superado. Álvaro Rodríguez, un delantero alto y fuerte que sabe hacer buen uso de sus cualidades físicas, le superó en prácticamente todos los duelos individuales que protagonizaron. El riojano, curiosamente, lució más en ataque, con un par de ocasiones en el área rival.

MARTÍNEZ. Lesionado. El central onubense regresaba al equipo titular después de perderse las últimas cinco jornadas por lesión. Sufrió mucho en la primera parte con Nico Paz y, a la hora de juego, se tuvo que marcar por problemas musculares.

CALDERÓN. Providencial. Ya fue el hombre que desatascó hace meses el camino del triunfo en Melilla y, con una acción muy similar, entrando desde atrás para rematar a bocajarro, abrió el camino del triunfo de los suyos. En defensa tuvo tres intervenciones providenciales para salvar a su equipo. Sobresaliente.

ÁLEX SALA. Discreto. No está en su mejor momento del curso, con poco protagonismo en el juego en los últimos partidos pese a la confianza que le está mostrando Iván Ania. Sufrió mucho en la segunda parte ante el empuje de los blancos.

DIARRA. Creciente. Le costó imponer su ritmo en la primera parte, en la que se le vio a menudo superado con demasiada facilidad debido a su mala colocación. En la segunda mitad, ya con su equipo marcando el ritmo del juego, apareció más y mejor.

CARRACEDO. De menos a más. Una muy mala primera parte del extremo derecho, errático en las acciones de ataque y con pérdidas totalmente evitables que condicionaron a su equipo. Mejoró tras el descanso y fue más peligroso.

KUKI ZALAZAR. Asistente. Sigue en la buena línea del último mes, aunque en Valdebebas no apareció tanto como venía haciéndolo. De sus botas salió una asistencia de lujo para que Calderón hiciera el primer gol y, además, forzó el penalti que supuso el 0-2.

ADILSON MENDES. Chisposo. Aunque no apareció mucho, en la primera parte fue el mejor de su equipo en ataque. El luso fue el único capaz de hacer que los suyos estirasen líneas. En la segunda parte el fuelle ya le duró poco.

KIKE MÁRQUEZ. Lejos del área. El capitán siguió ejerciendo como referencia ofensiva ante la baja de Casas y una vez más quedó patente que no es su mejor posición. Apareció poco y cuando lo hizo estuvo demasiado lejos de su zona de mayor influencia.

MATI BARBOZA. Concentrado. Volvió a demostrar que no muestra dudas pese a haber perdido el puesto de titular y tener que entrar por el problema físico de Martínez. Se conectó al partido inmediatamente y estuvo exquisito en todas sus acciones.

TORIL. Recuperado. El ariete balear hizo un gol muy especial, seguramente el más especial de su carrera, como es el primero tras el fallecimiento de su madre. Lo dedicó al cielo con lágrimas en los ojos, en una acción que debe servirle para volver a su mejor versión.

ISMA RUIZ. Intenso. Esta vez sí aportó a su equipo ese plus de intensidad y piernas frescas para ir fuerte a los duelos individuales y exigir mucho al contrario. Buenos minutos del granadino, aunque con balón no se le vio en exceso.

SIMO. Controlador. Tuvo pocos minutos pero apareció bien entre líneas y supo imprimir al juego un ritmo más pausado, a la vez que no arriesgó ningún balón para permitir a su equipo sacarse la presión del rival en ese tramo del partido.

ÁLVARO LEIVA. Anecdótico. Dispuso de unos minutos ante el equipo que tiene sus derechos federativos y no tuvo excesiva presencia ni protagonismo, pues el encuentro ya había caído claramente en intensidad tras el 0-2.