CD Mensajero - Córdoba CF | Uno por uno

Las notas de los jugadores del Córdoba CF ante el Mensajero

Alineación del Córdoba CF ante el Mensajero.

Alineación del Córdoba CF ante el Mensajero. / Córdoba CF

CARLOS MARÍN. Dubitativo. Tras una buena primera parte, generó cierto nerviosismo con una salida en falso que no aprovechó Edu Salles de milagro en la segunda. En el penalti no pudo hacer mucho al ser engañado por Ruymán, el lanzador.

PUGA. Inocente. Un penalti suyo por un claro agarrón a Yeray en la última jugada del partido propició el gol del empate. Un error garrafal que ensucia lo que había sido un buen partido del granadino, con mucho trabajo tanto en defensa como en ataque.

BERNARDO. Goleador. El cordobés se vistió de ariete para hacer un gran gol de cabeza en el primer tiempo. Tuvo un partido exigente con muchos balones laterales del rival colgados al área blanquiverde, pero los resolvió con solvencia.

ALONSO. Dubitativo. Un fallo de cálculo en la primera parte habilitó a Edu Salles en una jugada que el Córdoba no pagó cara de milagro. Se le vio incómodo y falto de confianza en todo momento, muy por debajo de su nivel habitual.

JOSÉ RUIZ. Un error garrafal. El lateral hizo la guerra por su cuenta en el último minuto del partido, saliendo al ataque cuando había más a perder que a ganar. Y así fue, porque tras su pérdida llegó el penalti que desembocó en el empate.

TONI ARRANZ. Multiplicado. Un gran partido del mediocentro madrileño, que trabajó de manera incansable en el repliegue, sosteniendo a su equipo en la medular, y encontrando con buenos pases a los delanteros. Se marchó ya sin fuelle físico.

JAVI FLORES. Suelto. Muy buena primera parte del de Fátima, que se encontró cómodo y, sin una marca férrea, pudo conectar bien con sus compañeros. Su rendimiento decayó en la segunda parte, cuando el partido se volvió de ida y vuelta.

ADRIÁN FUENTES. Impreciso. En la primera parte encontró el camino del gol pero lo hizo en fuera de juego. En la segunda tuvo un mano a mano clarísimo que no aprovechó. Empeñado en conducir en exceso en un campo muy difícil para ese juego.

DE LAS CUEVAS. Pudo sentenciar. El alicantino gozó de una clarísima ocasión al inicio del segundo tiempo que Nauzet le sacó tras un gran pase entre líneas de Javi Flores. Partido complicado para él, de más trabajo que lucimiento. Se marchó a la hora de juego. 

SIMO. Desconectado. Apenas tuvo presencia en el juego de su equipo, en un partido difícil para un jugador de sus características por lo irregular del terreno de juego. Para colmo, un golpe en el tramo final de la primera parte terminó por convencer a Germán Crespo para cambiar al descanso.

WILLY LEDESMA. Cegado. Le anularon un gol que parecía legal en un cabezazo al inicio del choque y quizás esas ganas de ver puerta le cegaron en una jugada en la que remató a la red, pero en fuera de juego, cuando De las Cuevas estaba a su lado pero habilitado.

LUISMI. Poca presencia. No tuvo demasiado peso en un partido complicado para él, por lo poco propicio del césped. Para colmo, el árbitro cortó una contra sin dar la ley de la ventaja cuando se marchaba solo hacia la meta rival.

CASAS. Peleón. Dio aire a su equipo peleándose de espaldas con los centrales del Mensajero y logrando ganar muchos balones en esas disputas. No tuvo ocasión de encontrar un remate de cara a portería, por lo que su trabajo fue oscuro.

VIEDMA. Controlador. Aportó algo de calma por momentos cuando peor lo pasaba su equipo, con el Mensajero agobiando constantemente. Fue capaz de tener el balón y repartirlo con criterio.

OMAR PERDOMO. Inadvertido. Un partido más, y ya van demasiados, no aportó prácticamente nada en los minutos que jugó. Bien es cierto que no se encuentra con la confianza del entrenador, pero tampoco está llamando su atención cuando dispone de oportunidades.

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