Luismi Quezada, el que hasta el momento es el último fichaje del Córdoba en el mercado invernal, vivió ayer su puesta de largo como jugador blanquiverde. El hispano-dominicano evidenció las ganas que tiene de debutar en Segunda y considera al conjunto cordobesista "una gran oportunidad", por lo que reconoce que "ni me lo pensé".
El nuevo jugador blanquiverde estuvo acompañado por Rafa Berges, que aseguró que Quezada es "un refuerzo que nos viene fenomenal" y recordó que conoce al jugador "desde que estaba en el Olot", a la par que espera de él "que dé competencia y nivel a la plantilla". Berges cree que "su aportación puede ser muy importante y cuanta más competencia tenga el equipo, mejor para nosotros. Luismi va a crecer aquí como jugador y como persona. Ya conoce el ambiente que hay en este club y esperemos que nos aporte mucho".
El hispano-dominicano, que llevará el dorsal 32 en su camiseta junto a su apodo (Mimi), aseguró que no le importa la posición en la que Sandoval quiera alinearlo. "La posición me da igual, puede jugar tanto arriba como abajo. El míster es el que elige y sabrá dónde puedo aportar más al equipo", aseguró Quezada, que indicó que "del interés del Córdoba me enteré hace dos semanas y no me lo pensé. Vi que era una gran oportunidad y acepté la oferta".
El joven cedido por el Real Madrid reconoció estar al margen de los problemas del club y centrado en jugar lo máximo posible: "Estoy enterado de la situación pero a mí eso no me importa mucho. He venido a jugar. Lo primero que pensé es en venir a ayudar a un club histórico. Quiero ver si podemos hacer grandes cosas".
Quezada, que ya pudo ver el debut de su nuevo equipo en directo, destacó que "este equipo está unido y junto a la afición van a muerte. Salieron a ganar y a revertir todo lo del año pasado". Además, se mostró preparado para jugar ya: "Debutar en Segunda División con el Córdoba es increíble y estoy deseando hacerlo".
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