El Mirandés, que debutó en el fútbol profesional en la temporada 12-13, lo está pasando mal en su quinta temporada consecutiva en Segunda, en la que tiene muy difícil cumplir con el objetivo de permanencia marcado desde su ascenso. Conformó una plantilla para plantear una propuesta de fútbol rápido y vertical que tratara de llevar la iniciativa y comenzó desplegando un juego valiente y ofensivo, con una defensa adelantada y una presión alta. El fútbol que proponía era atractivo pero, a pesar de permanecer nueve jornadas sin conocer la derrota, se le torció el rumbo y fue decayendo en la tabla hasta ocupar posiciones de descenso. Eso se llevó por delante primero a Carlos Terraza -técnico que inició el curso-, después a Claudio Barragán, y posteriormente a Álvarez de los Mozos, a quien relevó hace un mes Pablo Alfaro, cuarto técnico de un Mirandés que no ha salido a flote y que sólo ha sumado tres de los 12 puntos jugados bajo su dirección.

sin balón

Pablo Alfaro exige a sus jugadores alma y carácter además de sacar a relucir la calidad que atesoran. Pero ni por esas han llegado los resultados. El técnico intenta proteger a su equipo defensivamente más de lo que lo hacía Carlos Terrazas, pero con un juego más vertical que asociativo y buscando frecuentes envíos a la espalda de los laterales. Plantea un dibujo táctico 4-2-3-1 con variaciones como el 4-3-3.

Alfaro mantiene inamovible en la portería a Roberto, con una línea de cuatro por delante comandada por Fran Cruz, que ejercerá su liderazgo defensivo desde el centro de la zaga junto a Álex Ortiz tras la baja por lesión de Ruymán. Carlos Moreno y Kijera, con la opción de Quintanilla para la derecha, ocuparán los laterales. El técnico no quieres complicaciones atrás, pues su equipo es el más goleado, por lo que pretende contundencia y efectividad a la hora de sacar el balón de su propia área, aunque no priva a los laterales de proyectarse en ataque.

con balón

En la medular forma un doble pivote en el que vienen jugando Eguaras y Rúper, con las alternativas de Javi Hervás y Usero. El técnico les exige apoyos defensivos y contundencia y agresividad en la presión cuando el contrario tiene el balón. Son los encargados de destruir el juego rival e iniciar el propio. Cuando recuperan, la necesidad clasificatoria les obliga a buscar con rapidez las inmediaciones del área rival, por lo que en muchas ocasiones buscan el juego directo más que el colectivo.

En la línea de medias puntas, los costados venían siendo propiedad de Guarrotxena y Álex García, aunque la baja de este último abre la puerta del once a Pedro Martín o Sangalli. Todos son jugadores rápidos, con desborde y verticales que, además, en fase defensiva cuando son superados, retroceden para ayudar. Y en el centro, como enganche, Provencio le ha ganado la partida a jugadores como Fofo, Maikel Mesa o Néstor Salinas, sobre todo por su clarividencia en el último pase y su trabajo en la recuperación. Como referencia ofensiva, Urko Vera, un buen rematador que cuando su equipo pierde el balón arriba es el primero que presiona al rival para tratar de evitar que saque el balón jugado desde atrás.

lo mejor

No ha bajado los brazos pese a su condición de colista.

lo peor

Está obligado a exponer.