La esperada reunión entre Infinity, representado en España por Crowe, y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) con el futuro del Córdoba CF sobre la mesa ha dejado el mismo escenario de incertidumbre. El grupo inversor de Bahréin, el único con propuesta firme y dinero depositado en el juzgado, mantiene su propuesta inicial, si bien ahora se abre "a nuevos escenarios con el objetivo prioritario de salvar" al club blanquiverde.

El encuentro, de casi cuatro horas de duración y celebrado en la sede de la Federación en la mañana de este viernes, evidenció la diferencia de posturas entre el ente federativo y el principal postor por hacerse con el control del CCF. Sin embargo, desde el grupo lo califican como "productivo" tras haber puesto sobre la mesa diferentes puntos de vista que obligan ahora a realizar un severo análisis de la situación.

Todo con el objetivo de que a principios de la próxima semana pueda haber una solución definitiva sobre el Córdoba. Porque la institución se encuentra en una situación límite ante la posibilidad de que los jugadores puedan solicitar ya desde el lunes el procedimiento abreviado del convenio colectivo para liberarse de sus contratos, dado que el domingo cumplirán el impago de su tercera mensualidad. Es sólo la punta del iceberg dentro del gravísimo estado financiero de la entidad, que según el estudio de la administración judicial acumula más de 10 millones de deuda.

"Vamos a analizar todas las opciones posibles, nuevos escenarios, con el objetivo prioritario de salvar al Córdoba. Nuestro objetivo es encontrar la confortabilidad de todas las partes", han sentenciado desde Infinity, que en la reunión estuvo representada por Javier González Calvo, responsable de Crowe en Madrid. También estuvo en la misma Daniel Pastor, quien fuera administrador concursal del club en la fase inicial del concurso de acreedores de 2011, que ahora se encuentra en su fase subordinada. Por parte de la RFEF llevó la voz cantante Miguel García Caba, director de su asesoría jurídica.

Durante el encuentro se puso de manifiesto la posición contraria del organismo federativo a los autos, y el tono exhibido en ellos, por el juez de lo Mercantil Antonio Fuentes Bujalance, cuya recusación pidió ya el jueves para echar más leña a la hoguera. Una postura en la que nada tiene que ver el ofertante. Pero más allá de eso, el cónclave fue cordial y sirvió para dibujar el escenario futuro que tiene como fin lograr la supervivencia del Córdoba.

Tiempo de análisis en el grupo inversor de Bahréin

Y por ahí viene la obligación de análisis a la que se someterá Infinity durante las próximas horas. Porque por el momento la Federación parece dispuesta a apurar sus argumentos jurídicos para defender su estatus y norma –así lo ha demostrado con sus primeras apelaciones–, dado el revuelo que este proceso del CCF ha creado en otras entidades en situaciones económicas similares. Eso no quita que el grupo inversor siga manteniendo su idea de que la legalidad le asiste en el procedimiento, de ahí que mantenga su postura inicial.

Porque hay que tener una cosa clara y es que la adquisición de la entidad en su conjunto no es para nada fácil, ni por el escenario jurídico actual ni por la situación económica misma. Sobre lo primero, todo pasa por un acuerdo conjunto con las dos partes que se le pelean el control de la sociedad (Carlos González, a través de Azaveco, y Jesús León, con Aglomerados Córdoba), y que tienen una primera vista el próximo día 13 en Madrid sobre esa causa.

No sería el primer intento, ya que ambos ya han tenido contactos estos días para intentar buscar una solución común a sus intereses, sin que fructificara finalmente. De fondo, habría que ver en qué estado quedan los distintos acreedores, pues algunas cantidades no han sido reconocidas por el Córdoba, abriendo algún que otro litigio. Y es que con esas deudas adelantadas hace diez días por la administración judicial, la operación entraría en una dimensión difícil de asumir por Infinity, que de momento se tomará un tiempo de análisis para ver cuál es el camino más sólido para salvaguardar a la institución.

La postura de la administración concursal

Con una salvedad en el caso de que nada cambie sobre el origen, y todo siga girando sobre la Unidad Productiva: la actuación del administrador concursal, Francisco Estepa, que finalmente no estuvo presente en la reunión, aunque era la intención inicial. El letrado debería decidir entonces si la vende ante la falta de otras ofertas "reales", como él mismo manifestó el jueves, o si decide esperar a ver en qué acaban los diferentes recursos presentados.

La segunda opción abriría, eso sí, un camino que podría tener consecuencias letales para el Córdoba ante la premura de tiempo en la que se mueve para intentar seguir con vida. Porque la recusación, última apelación de la RFEF, no tendría un veredicto firme hasta pasados diez o doce días, un plazo que choca con los estrictamente deportivos y que afectan a la situación de la plantilla, que el domingo competirá de nuevo con esa incertidumbre creciente de qué pasará la próxima semana sobre el futuro de la entidad cordobesista.