Córdoba CF

El Córdoba CF acaba como el peor equipo de LaLiga 1|2|3, y por méritos propios

  • El conjunto blanquiverde se despide de Segunda y el fútbol profesional por la puerta de atrás

  • Siete partidos ganados, seis en el campo, y una media de casi dos goles encajados por jornada

Alfaro se lamenta de una ocasión en el Deportivo-Córdoba.

Alfaro se lamenta de una ocasión en el Deportivo-Córdoba. / LOF

Lo que mal empieza, mal acaba. El descenso del Córdoba CF a Segunda División B, tras doce años ininterrumpidos en el fútbol profesional, es la consecuencia de una nefasta temporada que ha dejado al conjunto blanquiverde como el peor de LaLiga 1|2|3, con apenas 34 puntos después de 42 jornadas.

No podía ser de otra forma tras lograr solo siete victorias –seis en el campo, más el bonus del excluido Reus– y tener el sistema defensivo más vulnerable de la competición. Ninguno de los tres entrenadores pudo dar con la tecla y la mayoría de los 35 jugadores utilizados dejó mucho que desear. Tanto como la gestión liderada por Jesús León, en solitario al romper la bicefalia con Luis Oliver, que deja numerosas dudas sobre el futuro de la entidad a corto plazo.

Acorralado por los problemas financieros ya desde la pretemporada, lo que originó el férreo control de LaLiga para cumplir con el límite salarial, y teniendo que cambiar de técnico a tres semanas del inicio liguero por la huida de Francisco Rodríguez, ya desde entonces el panorama que se dibujó en torno al CCF no era precisamente el más idóneo. Pero nadie podía imaginar que el desenlace sería tan canalla, sin posibilidad siquiera de competir en las jornadas finales por una permanencia baratísima de la que los blanquiverdes se borraron meses atrás y que condujo al descenso a un mes para la conclusión del campeonato regular.

De Sandoval a Navarro, de mal en peor

José Ramón Sandoval, que nunca tuvo el apoyo de la propiedad, fue el encargado de liderar en su fase primaria un proyecto hecho a la carrera que, como luego quedó demostrado, tenía numerosas carencias, especialmente en el área propia. Tras 14 jornadas, el madrileño fue despedido con el Córdoba en el penúltimo puesto, con 11 puntos y a dos de la zona de salvación. Dos triunfos y un -14 en el balance goleador, tras encajar la friolera de 30 tantos, fueron sus cifras, para empezar a temer ya lo peor.

El cambio de timón que supuso la llegada de Curro Torres, con un estilo aparentemente más vistoso que práctico, aunque luego ni una cosa ni la otra funcionara, no provocó la reacción esperada. Calcando prácticamente los números de su antecesor, fue destituido tras 13 partidos, con el equipo en la misma posición, pero ya a seis puntos del objetivo, y tras quemar la bala del mercado invernal, que no fue esta vez la solución esperada.

Con 15 capítulos por consumir, y con estrecheces económicas que ya tenían sobre la mesa varias nóminas impagadas, Rafa Navarro se erigió en la arriesgada apuesta de la casa para buscar un milagro que se disipó a las primeras de cambio, con la goleada en Extremadura. La reacción no llegó y el 0-4 con el Lugo ya en abril certificó de manera virtual el triste final de una temporada que el CCF acaba colista, solo por delante delante del Reus, con 34 puntos y 79 goles encajados.

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