Córdoba CF - Antequera CF | La Crónica
  • El conjunto blanquiverde supera a un rocoso rival y al infortunio de las lesiones para destacarse al frente de la clasificación

  • Los tres puntos llevan adheridos el peaje de otros dos percances físicos

Manual de supervivencia (2-0)

Casas celebra con Simo y José Cruz el segundo tanto del Córdoba CF ante el Antequera. Casas celebra con Simo y José Cruz el segundo tanto del Córdoba CF ante el Antequera.

Casas celebra con Simo y José Cruz el segundo tanto del Córdoba CF ante el Antequera. / Miguel Ángel Salas

Escrito por

· Rafael Cano

Redactor

El Córdoba CF sigue sumando de tres en tres, dando pasos en firme hacia el ascenso y sorteando todo tipo de impedimentos. Los blanquiverdes mantienen una fortaleza intimidante en El Arcángel, a pesar de acercarse ya de manera dramática a la decena de lesionados. Ni esos percances frenaron al equipo de Germán Crespo, que doblegó al Antequera en el partido quizás más exigente hasta la fecha, y que reporta el gran premio de abrir hueco ya con la tercera plaza.

No terminó de encontrarse cómodo el conjunto blanquiverde con el claro 4-4-2 que Germán Crespo planteó de inicio para igualar el esquema del contrario. Aunque Willy caída con asiduidad a la zona de mediapunta, el equipo echó en falta ese enganche capacitado para crear superioridad en el centro del campo y para conectar con el punta con facilidad. Y eso que el duelo pudo cambiar a los diez segundos, pues Casas robó el saque de centro del rival y probó un chut potente que se le marchó desviado. El Antequera, además, también planteó sus dificultades, con dos líneas de cuatro hombres bien juntas, minimizando espacios y saliendo a la contra con decisión.

Con todo, la iniciativa en el juego siempre fue de los blanquiverdes, que usaron las bandas como primer recurso para intentar dañar al cuadro malagueño, que concedió dos saques de esquina en apenas tres minutos de juego. Los de Nacho Pérez, eso sí, no son un equipo que conceda en exceso, y al contragolpe demostraron tener sus armas. Antes del minuto diez, Iván Aguilar ya avisó con un cabezazo blando tras centro de Sergio Díaz desde la izquierda.

Al Córdoba se le veía algo incómodo, sin continuidad en el juego de ataque e incapaz de monopolizar el balón. Al cuarto de hora, Javi Flores disparó alto tras una internada de Simo por banda izquierda y un centro raso a la frontal del área que el capitán no acertó a dirigir entre los tres palos. Pronto quedó claro que el partido para Germán Crespo estaba en los centros laterales que Willy y Casas pudieran cazar en la zona de finalización.

Pese a ello, el Antequera consiguió su primer objetivo, que no era otro que enfriar el previsible arreón de los cordobesistas de inicio. El cuadro malagueño lo hizo con oficio y sin renunciar al ataque cuando puso contragolpear. Pasados los 20 minutos, Iván Aguilar obligó a intervenir a Felipe Ramos culminando un arranque de Luismi desde campo propio, propiciado por una pérdida evitable del Córdoba cuando atacaba. Dos minutos después fue Escardó con un disparo desviado, el que metió el miedo en el cuerpo de un cuadro local incómodo y obligado a mirar hacia atrás antes de irse con todo al frente.

Simo encara a un jugador del Antequera en la primera parte. Simo encara a un jugador del Antequera en la primera parte.

Simo encara a un jugador del Antequera en la primera parte. / Miguel Ángel Salas

Para colmo de males, al Córdoba se le volvieron los elementos en contra. En esa última acción de peligro se lesionó Meléndez, que abandonó el campo llorando y con la mano en su rodilla izquierda. Germán Crespo recompuso su defensa desplazando a José Ruiz a la izquierda y dando entrada a Puga en el carril derecho. Pero solo dos minutos después, la fatalidad golpeó de nuevo y Álex Bernal pidió el cambio por problemas musculares. En apenas media hora, el Córdoba se quedaba ya con una sola ventana de cambios. Los parones enfriaron el duelo, mientras el Antequera crecía en comodidad, al verse a salvo de los arreones del conjunto local.

Tuvo que ser Puga el que reactivara a los suyos, con una internada hasta línea de fondo que Willy remató hasta dos veces en el área pequeña, estrellando el balón contra la zaga malagueña. Esa ocasión pareció enganchar al conjunto blanquiverde, que pese a las dificultades quiso irse al descanso buscando el tanto. Y cuando ya casi nadie lo esperaba, en el tiempo añadido, llegó ese espaldarazo. José Ruiz sacó un centro blandito desde la izquierda, los centrales del Antequera dudaron y Luismi apareció desde atrás para cruzarse ante Iván Moreno y desviar el balón a la red. Un gol que era un tesoro después de tanto infortunio.

La dinámica del partido no varió en exceso en el segundo acto. Al menos de inicio, pues el Córdoba siguió buscando la meta rival, sin que el Antequera dejara de incomodar a los blanquiverdes. Willy y Casas tuvieron una gran ocasión nada más reiniciarse el juego, rematando en el área un buen centro de Javi Flores desde la derecha. El cuadro malagueño, por su parte, amagó varias veces al contragolpe, sin llegar a probar a Felipe Ramos, pero dejando la sensación de que el partido no estaba ni mucho menos cerrado. Sobre todo porque el Córdoba no era capaz de tener la pelota y bajar el ritmo, cayendo en demasía en la disputa y el juego de ida y vuelta.

En el intercambio de golpes, Luismi pudo matar el choque a la hora de juego, con un mano a mano que le habilitó Casas pero que el cacereño no pudo ganar a Iván Moreno. Con todo, la acción que iba a dar aire a los blanquiverdes fue la expulsión de David Humanes, que soltó una patada infantil a Simo y dejó a su equipo en una inferioridad que terminó de enterrar sus posibilidades.

Porque en los últimos 20 minutos, el Antequera quiso pero ya no pudo, falto de fuerzas para alcanzar con claridad la portería de Felipe Ramos. Pese a ello, el equipo de Nacho Pérez tuvo una última buena ocasión, en una internada de Iván Aguilar que José Cruz salvó lanzándose al suelo para trabar su disparo. Ahí, Germán Crespo temió por el resultado y refrescó al equipo agotando la ventana de cambios que le restaba, metiendo músculo en ataque con Adrián Fuentes y buscando el control con Julio Iglesias y Omar Perdomo. Fue el golpe definitivo al choque, porque los malagueños ya no encontraron vías de ataque.

Casas celebra con Simo el segundo gol del Córdoba CF al Antequera. Casas celebra con Simo el segundo gol del Córdoba CF al Antequera.

Casas celebra con Simo el segundo gol del Córdoba CF al Antequera. / Miguel Ángel Salas

Pero el que terminó de matarlo fue Casas, que aprovechó el espacio que había dejado el Antequera, ya a la desesperada, para correr al espacio. Adrián Fuentes le cedió un gran balón y el rambleño culminó 90 minutos de pura entrega con un disparo cruzado que aseguró la victoria. Pese a los mil impedimentos que se está encontrando en el camino, el Córdoba sigue encontrando la manera de sobrevivir y seguir sumando.

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