CÓRDOBA CF - Mérida | LA CRÓNICA
  • Los blanquiverdes, pese a que cometieron dos errores graves en defensa, controlaron el partido y fueron superiores a un rival de su misma categoría

  • Cedric Teguia fue el protagonista con dos goles en la segunda mitad que dieron el triunfo

  • Las imágenes de la victoria del Córdoba CF ante el Mérida

El Córdoba CF se gusta ante el Mérida con una firme victoria (3-2)

Cedric y De las Cuevas celebran el segundo gol ante el Mérida. Cedric y De las Cuevas celebran el segundo gol ante el Mérida.

Cedric y De las Cuevas celebran el segundo gol ante el Mérida. / Miguel Ángel Salas

El Córdoba CF progresa a buen ritmo y otra victoria más lo demuestra. Ya van cuatro en seis duelos de pretemporada, esta última mostrando el gran estado de forma que tienen los de Germán Crespo, pues dominaron en El Arcángel durante todo el encuentro a un Mérida de Primera RFEF. Mediante el control del juego, la presión alta, la salida de balón desde atrás y la verticalidad, los cordobesistas sacaron adelante un partido que pudo verse afectado por dos errores defensivos que les costaron dos goles y que fue la única nota negativa de un duelo que destacó por la intensidad.

Como viene siendo habitual en un Germán Crespo que sigue fiel a su estilo, la formación no varió y apostó por el clásico 4-2-3-1 con Felipe Ramos bajo palos. La zaga la conformaron Carlos Puga por el lateral derecho y el canterano Manolillo por el izquierdo, con Jorge Moreno y Gudelj como pareja de centrales. En el centro del campo, el granadino volvió a probar con Diarra y Ramón Bueno; con De las Cuevas como enganche más adelantado; Carracedo en banda derecha, Cedric Teguia en la izquierda y Antonio Casas como único delantero.

Fue Christian Carracedo quien protagonizó la primera llegada peligrosa de un cuadro blanquiverde que la tocaba con pausa en las labores de creación, pero que atacaba con prisa una vez pisaba el campo rival. El pase dentro del área chica no le llegó a un Antonio Casas que entró con muchas ganas y exigió a Javi Montoya la estirada en el primer disparo del encuentro.

Lolo Plá estuvo cerca de conectar un centro lateral al que la zaga blanquiverde se le anticipó con maestría. El Córdoba estaba dominando la posesión del esférico y se encontraba cómodo sobre el césped de un El Arcángel que es todo un fortín desde la campaña pasada. Cerca de levantar a todo el estadio estuvo De las Cuevas a los 15 minutos de juego. El alicantino desde la falta directa en la frontal del área disparo por encima de la barrera y el meta de los emeritenses se tuvo que estirar para evitar el primer tanto del duelo.

Antonio Casas celebra el primer gol del partido. Antonio Casas celebra el primer gol del partido.

Antonio Casas celebra el primer gol del partido. / Miguel Ángel Salas

Los de Germán Crespo no echaban el freno ni aunque de un amistoso se tratase. Con esa intensidad, el gol no tardó en llegar, y Diarra se encargó de que así fuera, pues desde su propio campo sirvió un excepcional pase largo al desmarque de Antonio Casas para que el rambleño se plantase solo ante la meta visitante y no fallara con una definición perfecta. Con el marcador a favor de los blanquiverdes, la presión alta y el dominio continuó a su favor.

Eso sí, por banda izquierda el cuadro de Juanma Barrero era capaz de poner en apuros a la defensa cordobesista, que con seriedad sacaba el balón desde atrás con buenas combinaciones ante la trabajada presión alta que ejercía el Mérida. Pese a que los extremeños apretaban, el Córdoba no se achantó y siguió a lo suyo. Tanto que De las Cuevas llegó a marcar a centro de Manolillo desde la izquierda, pero el gol fue anulado por posición antirreglamentaria del alicantino.

Sin embargo, si por algo se caracteriza el fútbol es por su condición de ser impredecible y de determinarse por simples detalles. Eso mismo se reflejó en un cuadro cordobesista que erró en defensa cuando Jorge Moreno le entregó la pelota a un rival que instantáneamente le cedió en profundidad el balón a Lolo Plá y el delantero no falló ante Felipe Ramos. Pese a la posición antirreglamentaria, el tanto subió al marcador y el Mérida intentó dar un paso hacia delante mediante una intensa presión.

Los de Germán Crespo siguieron a lo suyo sin prestar atención al marcador, aunque pecaban de imprecisos en algunas ocasiones a la hora de salir jugando desde atrás, un error que ya les costó caro en el gol del empate. Y es que, el nivel del fútbol demostrado sobre el césped de El Arcángel era más semejante al de un encuentro de Primera RFEF que al de un amistoso veraniego. Sin duda, una buena previa de los que se podrá ver en la competición doméstica.

Fue Nando Copete quien avisó por partida doble al Córdoba de lo que eran capaces los visitantes, mientras que el CCF se atascaba en la salida de balón. Tuvo que ser la velocidad de Carlos Puga la que permitió que Antonio Casas se quedara solo ante la meta emeritense, pero Javi Montoya le ganó la partida. Luego, Viñuela desde lejos puso a prueba al portero blanquiverde en un tramo final de la primera mitad en el que el partido se calentó con un agarrón de Erik sobre Puga, que se marchó en velocidad.

Cedric resolvió en poco tiempo

El Córdoba volvió de vestuarios con muchas ganas, tantas que, tras un primer intento de Antonio Casas que detuvo el meta rival sin problemas, Cedric Teguia aprovechó a los dos minutos de la segunda mitad para volver a poner a los suyos por delante. En esta ocasión, el extremo cedido por el Atlético de Madrid recogió un mal pase de la zaga emeritense y con un regate algo trastabillado, cruzó el balón con un gran zurdazo que colocó el 2-1 en el electrónico.

Cedric celebra junto a Carracedo el primer gol del Córdoba. Cedric celebra junto a Carracedo el primer gol del Córdoba.

Cedric celebra junto a Carracedo el primer gol del Córdoba. / Miguel Ángel Salas

El partido pasó a su tramo más calmado mientras la intensidad continuaba. En no bajar el nivel estuvo la clave del éxito, pues de nuevo Cedric Teguia estuvo acertado para poner la ventaja de dos goles en el marcador. Medio tanto fue de Carracedo, que se marchó a las mil maravillas por la derecha y le sirvió un milimétrico centro a la internada de un extremo cuyo remate superó al meta visitante con una especia de vaselina potente. 

Con el 3-1 imperando en El Arcángel, al Mérida no le estaba sentando nada bien el resultado y los ánimos siguieron caldeándose. De las Cuevas con otro disparo de falta puso a prueba a Javi Montoya. Tras ello, Germán Crespo cambió a todo el equipo. Once jugadores totalmente distintos a los que empezaron el choque que siguieron dominando y disfrutando en El Arcángel. 

Con verticalidad y mucha profundidad, los blanquiverdes seguían buscando la meta rival sin cesar. Sin embargo, cuando el partido se encaminaba a su final con poco más que ocurrir, Javi Flores derribó a Erik cuando defendía en un saque de esquina y la pena máxima la convirtió Nacho Goma. A solo un gol de distancia y con algo de tensión en el ambiente, fue el Córdoba CF quien se aproximó al área rival con más peligro. Con poco más que disputarse concluyó un amistoso más parecido a un compromiso liguero que a un partido veraniego.

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