El triunfo conseguido ante la Cultural y Deportiva Leonesa sirvió al Córdoba CF como una liberación total tras una profunda crisis que le ha tenido seis jornadas sin ganar y que le había convertido en el peor equipo del Grupo I de Primera Federación en los dos últimos meses de competición. Más allá de las formas, que importan pero eran secundarias en esta ocasión, los blanquiverdes amarraron tres puntos que le sirven para enterrar varios registros negativos y soltar la presión que le marcaban los números, que pesaban como una losa.

El factor más importante fue el de dejar atrás las seis semanas sin ganar. El Córdoba CF no salía victorioso desde el 8 de enero, día en que volvió del parón navideño doblegando a domicilio al San Fernando (1-3). Desde entonces, el balance era terrorífico: dos puntos de 18 posibles merced a cuatro derrotas y dos empates.

Esa circunstancia había provocado además que el aterrizaje de los fichajes invernales fuese traumático, pues el lavado de cara importante que sufrió el equipo en el mes de enero no estaba surtiendo efecto alguno, con la consiguiente desconfianza que eso genera.

Otra losa importante que el Córdoba soltó ante la Cultural Leonesa es la que le atenazaba en El Arcángel, donde contaba por derrotas sus últimos cuatro partidos. Unos números horribles que no se veían en el club desde el nefasto último año en Primera División. Desde el 7 de diciembre no ganaba el conjunto blanquiverde en su estadio, cuando lo hizo con diez futbolistas y de manera épica ante el Pontevedra.

A partir de entonces, llegaron los varapalos ante el Mérida, la Real Balompédica Linense, el Celta de Vigo B y el Real Madrid Castilla. Un nuevo revés ante su público habría resultado demoledor para el equipo de Germán Crespo. Esa responsabilidad extra de reconstruirse en El Arcángel provocó ciertos titubeos en los futbolistas durante el choque ante la Cultural Leonesa, pero la victoria debe servir para dejar atrás lo que ya se había convertido prácticamente en un trauma.

Por delante ocho jornadas después

El triunfo ante el conjunto leonés, además, llegó con el Córdoba adelantándose en el marcador por primera vez en ocho jornadas. Desde la fecha 17 del campeonato no comandaba un marcador de inicio el conjunto cordobesista. Fue el 17 de diciembre en el choque ante el Mérida en El Arcángel. Simo adelantó a su equipo en el minuto 4, si bien el choque terminó cayendo del lado de los emeritenses.

A partir de ahí, a los de Germán Crespo les había tocado luchar a contracorriente contra marcadores desfavorables y contra su falta de puntería. Por eso, el golazo de Kike Márquez a los seis minutos del partido, supuso también una liberación para un equipo que respiró aliviado y que ganó en confianza a partir de entonces para encarrilar el encuentro poco después con el gol de Simo.

Más de dos meses después, el Córdoba se adelantó a su rival y fue capaz de mantener esa ventaja, algo que debe reforzar la confianza de un grupo necesitada de ella, porque lo cierto es que más allá de los nefastos números que el conjunto blanquiverde dejó atrás, las sensaciones en el partido no fueron las mejores.

La confirmación, en Talavera

Es imposible pretender que el CCF se rehabilite de forma integral en 90 minutos después de dos meses con unos números pésimos, pero la segunda parte ante la Cultural dejó también la sensación de que los problemas recurrentes que el equipo tiene para dominar los partidos siguen presentes. En El Arcángel, y con los de Eduardo Docampo como rivales, eso no influyó en el resultado. Ahora toca ver qué es capaz de hacer el Córdoba como visitante, pues en sus tres últimas salidas ni siquiera fue capaz de hacer un gol. El domingo, ante el Talavera, el equipo de Germán Crespo tiene una ocasión de oro para demostrar que su recuperación no es flor de un día y confirmar que el repunte tras tocar en Fuenlabrada por fin ha llegado.