El Córdoba CF fracasó en El Arcángel tras caer ante el principal rival directo por el ascenso a la Primera RFEF, la Real Balompédica Linense, en un encuentro que el entrenador cordobesista, Pablo Alfaro, catalogó como un "partido igualado entre dos equipos de características diferentes, pero semejantes en la clasificación".

"Estamos con una gran decepción porque teníamos muchas esperanzas en ganar y ahora no nos queda otra alternativa que apretar lo dientes y pelear hasta el final", señaló el técnico aragonés, que aludió a la "obligación de levantarse" para animar a los suyos tirando de "trabajo" y de "explotar al máximo las virtudes del equipo".

"Hicimos una primera parte dinámica y completa que tuvo intermitencias en el dominio, pero hemos encontrado más asociación por banda izquierda con profundidad y hemos  teniendo más el balón que el rival, de ahí que surgiera el primer gol nuestro. La idea de la segunda parte con ventaja a favor era mantener la posesión y no ceder terreno, pero en cinco minutos ha habido un jugador determinante, Koroma, que no hemos sabido frenar y luego los cambios de esquema tampoco han sido suficientes", analizó el técnico como resumen del partido. 

De hecho, sobre la actuación del extremo africano que con dos goles fue capaz de darle la vuelta al marcador en favor del cuadro gaditano, Pablo Alfaro admitió ser "consciente del potencial del jugador", pero también destacó que llevaba "solo dos goles en toda la temporada hasta este partido". 

Con esta victoria la Balona se marcha a cuatro puntos por encima del Córdoba CF ocupando el segundo puesto del subgrupo. "Es cierto que hay que ser realista porque el margen es mínimo y somos conscientes de la situación que es", añadió Pablo Alfaro, que además achacó parte de la derrota a las "bajas de varios futbolistas fundamentales para el equipo" como Mario Ortiz, Djetei y Del Moral. 

"Las evidencias no podemos negarlas puesto que todos tenemos nuestra responsabilidad", subrayó Alfaro, que también señaló como problemas del equipo los malos resultado de "jugar en casa, que están penalizando al equipo". 

Cabe destacar que los silbidos de la afición fueron también protagonistas durante varios momentos del encuentro. Un ruido de protesta de la grada que Pablo Alfaro afirmó "comprender" tras varios partidos sin ganar. "Es normal que el aficionado se vaya decepcionado y cabreado", mencionó.

Por último, es evidente que esta derrota deja de nuevo en una delicada situación al entrenador cordobesista. Sin embargo, pese "estar muy jodido", Alfaro asumió sentirse con "confianza, fuerzas y ánimo para sentarse el próximo domingo en el banquillo pese al mínimo margen de error que tiene el equipo".

"Lo vamos a conseguir", fueron las últimas palabras del técnico en un último suspiro de optimismo tras un partido que pudo haberse aplazado por el covid de Mario Ortíz pero que, como destacó el propio entrenador blanquiverde, "no hay fechas disponibles para aplazar un partido por solo un caso positivo".