En medio del runrún generado por las listas de convocados para el inminente Mundial de Catar, con el fútbol de élite parado por la llegada del gran torneo del fútbol internacional, el calendario sigue corriendo para el Córdoba CF, que este sábado afronta su estreno en la Copa del Rey en el Príncipe Felipe de Caceres. Para los blanquiverdes, la competición copera resulta un estímulo más de una temporada que marcha sobre ruedas, pero que todavía es susceptible de mejorar.

En la mente de los futbolistas y el cuerpo técnico del CCF están las imágenes que dejó el duelo del año pasado ante el Sevilla FC. Un recuerdo precioso que en club blanquiverde quieren repetir. Tanto por el componente económico de ver pasar por El Arcángel a un equipo de élite como por el caramelo que supone para los propios futbolistas -y también para los aficionados- el medirse a uno de los grandes del fútbol español.

Pero para que ese momento se pueda repetir, el Córdoba tiene que ponerse primero el mono de trabajo y superar un par de rondas a partir único, algo que siempre complica la tarea. La primera mide a los de Germán Crespo con el Cacereño, un rival de Segunda RFEF que no llega en su mejor momento y al que los blanquiverdes conocen bien después de medirse el curso pasado en liga. Los de Julio Cobos atraviesan por una racha de malos resultados en la competición doméstica, pero son un equipo a tener en cuenta que a buen seguro planteará dificultades, sobre todo teniendo en cuenta que juegan en casa, con la afición de su lado.

El Córdoba, sabedor que no puede relajarse ni un ápice para evitar una tempranera decepción en la Copa, ha preparado con mimo el partido. El hecho de que el torneo copero no se dispute en esta primera ronda entre semana permite a Germán Crespo plantear con mayor tranquilidad su esquema, sin la necesidad imperiosa de reservar a sus mejores hombres para la liga.

Aún así, el técnico granadino hará cambios importantes en su once inicial. La idea es que los futbolistas más utilizados en lo que va de liga recuperen algo de frescura antes de afrontar tres partidos exigentes como serán la visita a El Arcángel del Linares y las dos salidas posteriores a Badajoz y La Coruña.

Por eso, es de esperar que las rotaciones empiecen en la portería -con Carlos Marín cediendo su puesto a Felipe Ramos-, sigan por la defensa -con Gudelj y Calderón como principales candidatos a descansar-, y sigan por el centro del campo -Christian Delgado y Cedric Teguia opositan al once inicial- y la delantera, en la que Kike Márquez podría dar algo de experiencia tras sus dos suplencias consecutivas en liga.

Sea como fuere, con un once inicial más o menos reconocible, el Córdoba tratará de dignificar la Copa del Rey y buscará el pase de ronda sin concesiones. Los blanquiverdes ya demostraron el año pasado que afrontan cada competición con la mayor ambición posible, como ya hicieron incluso con la Copa RFEF. Y es que para ganarse la oportunidad de lucir ante un rival de Primera División, antes hay que bajar al barro y superar a un equipo de Segunda RFEF que comparte con el conjunto cordobesista ese deseo de acariciar la gloria de la élite.