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Un verano muy político

  • Elecciones. Los partidos se enfrentan a un mes frenético para designar candidatos ante un más que posible adelanto electoral autonómico y mirando de reojo a la cita municipal

Juanma Moreno, ayer, en Córdoba.

Juanma Moreno, ayer, en Córdoba. / juan ayala

El verano suele ser tradicionalmente una época de baja actividad en la política, pero no está siendo el caso este año. Los partidos, más allá de las tareas de gestión, nos tienen entretenidos con sus cuitas internas en la designación de sucesores y con la posibilidad -cada vez más real- de un adelanto electoral en Andalucía. Por si había alguna duda, el presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, se paseó ayer por Córdoba para adelantar parte de su programa electoral, el relacionado con la educación. Más allá de las medidas que anunció el presidente de los populares andaluces -que pueden leer de la mano de Francisco J. Cantador en páginas siguientes- está claro que un dirigente político no viene a Córdoba un sábado de julio si no es porque el modo electoral ya está más que activado y la cita con las urnas está cada vez más cerca.

Aunque es indiscutible el liderazgo de Moreno a nivel andaluz, habrá que ver qué pasa en las listas que el partido tiene que confeccionar en la provincia. Y, en este proceso, aunque no haya primarias está claro que lo que pase la semana que viene en el congreso del PP que designe al sucesor de Mariano Rajoy influirá a nivel local. En estos momentos los representantes de los populares en el Parlamento andaluz son el presidente del partido, Adolfo Molina, Miguel Ángel Torrico, María de la O Redondo y Rosario Alarcón. Molina se ha mantenido al margen del proceso de primarias del partido a nivel nacional; no así Alarcón, que se ha posicionado a favor de Soraya Sáenz de Santamaría desde el primer momento. En el caso del presidente del PP cabe la posibilidad de que renuncie a su representación en el Parlamento para centrarse en el partido o, al contrario, para involucrarse en el Ayuntamiento, que daría mucha más visibilidad a su presidencia, hasta ahora muy centrada en los asuntos internos. Torrico, ya se sabe, hombre de confianza de José Antonio Nieto, quien apostó por María Dolores de Cospedal. Por cierto, ¿qué pasará con Nieto? ¿Podría irse a la Junta?

Ciudadanos e IU renuevan sus listas mientras el resto de partidos se lo piensan

El PP no es el único que avanza en la dirección electoral. Ciudadanos celebra este fin de semana un proceso de primarias del que saldrá su cabeza de lista para los comicios autonómicos, no sólo el que aspira a ser presidente de la Junta sino a los números uno de cada provincia. En Córdoba el consultor político Francisco Carrillo es el candidato del aparato y compite con otros tres aspirantes. El paso a un lado de Isabel Albás -que será la número dos de la lista que resulte- ha sorprendido si se tiene en cuenta que era una de las grandes valedoras del partido en la provincia. Pero así es la política.

Sorprende que el partido naranja tenga tan avanzo el proceso a nivel autonómico y esté bastante ausente a nivel local. A menos de un año de las elecciones municipales no se conoce el nombre del candidato y ya se sabe que esto es una carrera de fondo. Se había descartado al portavoz, David Dorado, como cabeza de lista aunque en los últimos días se está impulsando su presencia en la calle. Sea como fuere, un partido con tanta proyección a nivel nacional no puede permitirse un perfil tan bajo en Córdoba, donde su presencia es prácticamente testimonial.

En el PSOE también andan las cosas movidas tras la llegada de Pedro Sánchez a Moncloa. Los pedristas de siempre están ocupando mando en plaza aquí y en Madrid y los nuevos pedristas -que han salido hasta debajo de las piedras- están a verlas venir. Quién sabe si se puede dar la vuelta a la tortilla y al final el sector crítico se torna en mayoría y decide incluso hasta la lista para las autonómicas. Todo se verá, aunque por el momento los socialistas tampoco han iniciado ese proceso.

Y en Podemos e IU; IU y Podemos, todo puede pasar. Los partidos continúan con su proceso de confluencia a pesar de que la dirección nacional de la formación morada no le ha dado el visto bueno. Desde la federación de izquierdas se ha elegido a Sebastián Pérez como posible candidato -tras la renuncia de Elena Cortés- y en Podemos también se ha iniciado un proceso al que aspira a la reelección David Moscoso. Lo dicho, un verano muy entretenido en la política.

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