Córdoba

Los vecinos de La Axerquía impulsan un frente social para defender el Casco

  • El colectivo busca que organizaciones, instituciones y particulares se sumen a su lucha contra "la apropiación de los patrimonios comunes, históricos y cotidianos por la economía del ocio"

Un grupo de turistas pasea por el Casco Histórico.

Un grupo de turistas pasea por el Casco Histórico. / el día

Los vecinos de La Axerquía se sienten, en palabras de su presidenta, Juana Pérez, como si clamaran en el desierto en lo que se refiere a sus demandas de búsqueda de soluciones para "proteger los intereses de los ciudadanos que habitamos en el Casco Histórico frente a la apropiación de los patrimonios comunes, históricos y cotidianos de nuestra ciudad por parte de la economía de ocio".

La asociación vecinal que preside Juana Pérez se ha propuesto "dar una respuesta cívica contra los abusos del turismo, los fondos especulativos y la inacción de las políticas públicas, tanto a nivel local, como a nivel regional, nacional y europeo". Para ello, han invitado a diferentes organizaciones cordobesas de todo tipo y a personas individuales a sumarse a la causa de su defensa del Casco Histórico integrándose en el que han dado en llamar Foro por el Derecho a la Ciudad.

El colectivo busca una respuesta cívica contra "los abusos del turismo y fondos especulativos"

"El Casco Histórico está ahora de moda y, además de que los flujos turísticos no se distribuyen por la ciudad, culturalmente parece que es en esta zona donde hay que organizarlo todo, y todo a la vez", sentenció Juana Pérez, aludiendo con esta afirmación, por ejemplo, a lo ocurrido el pasado sábado 9 de junio cuando en esa zona declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco coincidieron la jornada más multitudinaria del festival de experiencias Ríomundi con la carrera popular nocturna que organiza Trotacalles.

"Con este foro estamos intentando poner el parche antes de que sangre la herida, buscando medidas para controlar este auge y que no nos quedemos con un lugar en el que sólo habrá apartamentos y viviendas turísticas, mientras los vecinos se están marchando; y tenemos que intentar que no se vayan los vecinos después de lo que nos costó repoblar el Casco Histórico", añadió la presidenta de la Asociación de Vecinos de La Axerquía. El colectivo vecinal insiste en que los gobernantes "tienen que saber que hay un conflicto abierto entre la industria del ocio y nosotros, los habitantes de las ciudades en general y más particularmente con el Casco Histórico". La Axerquía insiste en que la ciudad, "junto a las demás con cascos históricos", está en una situación crítica derivada, por un lado, de la masificación turística descontrolada y, por otro, "la imprevisión, deficiente o nula intervención de las políticas públicas en la gestión de los problemas actuales del Casco Histórico, complejos y graves y acuciantes y que han de contemplarse en el marco de la ciudad total".

La Asociación de Vecinos La Axerquía ha enviando a esas organizaciones cordobesas de todo tipo y a esas personas individuales a las que ha invitado al Foro una propuesta de manifiesto que se estudiará en una reunión que tendrá lugar el próximo jueves 21 de junio en la ermita de la Aurora. En dicho manifiesto se incide en que el turismo, o la economía del ocio en general, transforman profundamente territorios y sociedades, especialmente en los cascos históricos de las ciudades. "Cierto que inciden positivamente en el PIB, en el empleo -aunque precario-, y como arrastre de otros sectores económicos, lo que los convierte en una pieza clave de las políticas públicas. Pero la otra cara es su impacto sobre los paisajes, el medio ambiente, el régimen de propiedad y el uso de nuestro patrimonio, las culturas locales y, también, las haciendas públicas", sentencian en el texto. En el texto también denuncian que el sector turístico actúa como si no existiera vecindario. "De hecho, en la redacción de los planes turísticos autonómicos y locales no hay alusión alguna al vecindario ni a las repercusiones que sobre el mismo tiene la masificación turística" apuntan. Para añadir que en los cascos históricos la vida resulta cada vez más difícil. "Hay alquileres disuasorios tanto de viviendas como de cocheras, masificación, ruido, debilitamiento y desaparición del pequeño comercio, despoblación, ruptura del tejido social, sustitución de población residente por población flotante (reconversión encubierta de uso residencial por uso terciario)...", denuncian en el manifiesto, en el que también sostienen que las condiciones laborales y la feminización de la precariedad laboral "es otro asunto que todo el mundo sabe pero el sector no quiere saber y lo oculta".

En el documento recuerdan que 2018 es el año europeo del patrimonio cultural y coincidiendo con el mismo "queremos tomar la iniciativa e impulsar una serie de compromisos y acciones, que procuren una ciudad más justa, democrática, humana y sustentable, habitable, productiva y segura. Una ciudad solidaria e inclusiva, a partir de y en coherencia con su valor patrimonial", defienden. Para ello, buscan sumar a colectivos, organizaciones, instituciones y profesionales, con el objetivo de "plantear y compartir retos y compromisos comunes de cara a explicar los derechos ciudadanos que queremos impulsar, trabajar y ejercer; activar procesos de movilización y compromiso ciudadano para conseguir que se hagan efectivos, e incidir en los procesos político-institucionales para hacerlos efectivos".

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