La torre-campanario de la Mezquita-Catedral de Córdoba reabre sus puertas a las visitas turísticas

Patrimonio

El horario es de 09:30 a 17:30 de lunes a sábados y de 09:00 a 17:30 los domingos y días de precepto

Torre-campanario de la Mezquita-Catedral.
Torre-campanario de la Mezquita-Catedral.

Tras más de 600 días cerrada debido a la normativa derivada de la crisis del coronavirus, la torre-campanario de la Mezquita-Catedral ha reabierto sus puertas a las visitas, según ha informado el Cabildo Catedral.

El horario de visita es de 09:30 a 17:30 de lunes a sábados y de 09:00 a 17:30 los domingos y días de

precepto, en tramos de 30 minutos. El precio del billete de entrada será de 3 euros y podrá adquirirse en la plataforma de venta del propio monumento (https://tickets.mezquitacatedraldecordoba.es/es/458-web-individual/2334-torre-campanario), o a través de las máquinas expendedoras situadas al pie de la misma torre.

Las visitas se vieron interrumpidas el pasado 13 de marzo de 2020 por la dificultad de sus características constructivas ya que se transita por espacios estrechos y de poca ventilación que aconsejaban la

suspensión de dicha visita.

La subida a la torre-campanario se inició en 2014, año en el que accedieron a su interior un total de 9.395 turistas, aumentando progresivamente su número hasta alcanzar casi las más de 97.000 personas en 2019. En total, desde la fecha de su apertura ha sido visitada por 419.371 turistas.

Además del ascenso y la propia permanencia en uno de los enclaves más significativos de Córdoba, la visita permite también obtener unas vistas panorámicas privilegiadas. No en vano, la torre, a 40 metros de altura, se erige como el punto más alto de la capital.

El alminar originario fue construido en el siglo X, en época de Abderramán III, y de forma contemporánea a Medina Azahara y destaca no sólo por la influencia en otras torres similares, sino también por su peso en la arquitectura cristina y románica en toda España. Con posterioridad, tras la conquista cristina, el alminar fue convertido en campanario, para lo cual se eliminó el cuarto desde donde el almuédano llamaba al rezo cinco veces al día y se sustituyó por las campanas.

Más tarde, en el siglo XVI, Hernán Ruiz III, el hijo del autor de la Giralda, hizo una operación paralela a la realizada en Sevilla y montó un cuerpo de campanas sobre el alminar. Dos siglos después, coincidiendo con el terremoto de Lisboa y cuando la torre empezaba a estar muy deteriorada, se forró el alminar y se macizó

la fachada.

stats