Miles de personas se echaron ayer a la calle para clamar contra las reformas propugnadas por el Gobierno central, en un Día del Trabajo en el que los sindicatos llamaron a la unidad contra los recortes y los ajustes. Alrededor de 10.000 personas según CCOO y UGT -sólo 2.500 para el Ayuntamiento- participaron en la manifestación mayoritaria, que partió de la glorieta de la Media Luna tras una pancarta con el lema Trabajo, dignidad, derechos, que avanzó por Conde de Vallellano y la avenida de América hasta la plaza de Colón. La Subdelegación del Gobierno autorizó una segunda marcha organizada por los sindicatos CNT, CGT, Ustea y Co.bas, que, paralela a la principal, recorrió la avenida de La Victoria y Ronda de los Tejares, con final en la plaza de Las Tendillas.

El secretario provincial de UGT, Antonio Fernández, apeló a la "unión permanente y coordinada de todo el movimiento ciudadano, sindicatos, estudiantes, inmigrantes y trabajadores" para "parar la oleada de recortes y denunciar la situación". Fernández abogó por una "salida social de la crisis", contraria a las medidas que cada viernes aprueba el Ejecutivo de Mariano Rajoy. Precisamente, el secretario de organización de CCOO, Manuel Merino, se refirió a la declaración del presidente del Gobierno este fin de semana, quien aseguró que el Consejo de Ministros aprobará cada viernes nuevos ajustes. "A más reformas, habrá más calle y más movilizaciones, siempre con una respuesta pacífica. Nos jugamos algo más que los intereses específicos de algún partido o algún sindicato, los derechos civiles", dijo Merino, quien aseguró que "ya hay sindicalistas en la cárcel".

Merino confió en que los sindicatos, con ayuda de los trabajadores, sean "capaces de parar la oleada de recortes que empezó en la primera semana" tras constituirse el nuevo gobierno. "Los ajustes llegaron como una marea, y ahora son un auténtico tsunami que va a arrasar con todo. Si no somos capaces de poner un muro, acabarán con lo que conocemos hasta ahora y nos quedaremos en una situación como la que existía hace 40 años, aunque posiblemente esto sea lo que quieran algunos de estos gobernantes", criticó Merino. Con este "retroceso" en derechos laborales y en libertades, "incluso quieren quitarnos la dignidad", subrayó el líder de CCOO, contrariando algunas de las reformas anunciadas, como la que afectará al sistema sanitario. "Ahora se quiere poner en duda la asistencia sanitaria a los inmigrantes con la excusa del turismo sanitario. Nadie ha venido en patera jugándose la vida para que lo vea el médico o le recete una aspirina. Han venido porque los hemos necesitado para nuestro mercado de trabajo, y ahora no se les puede dar una patada y dejarlos en la cuenta", sentenció.

Los sindicatos se mostraron preocupados por que en otros países europeos ya empiece a hablarse de recuperación mientras que en España el Gobierno sigue en la fase de recortes. "Habría que preguntarnos si aquí vamos a quedarnos sólo con la bandera de los ajustes. La desconfianza de los ciudadanos es tal que, como gobernante, me daría mucho que pensar. La situación tiene que tener un límite", dijo Merino.

A la manifestación, que avanzó de manera pacífica, se sumaron numerosos cargos públicos del Partido Socialista y de Izquierda Unida. Entre ellos, el secretario provincial de los socialistas, Juan Pablo Durán. "Ahora es más necesario que nunca salir a la calle reivindicando todos y cada uno de los derechos que los trabajadores están perdiendo", dijo Durán. Consideró que "Córdoba es una de las ciudades donde con más proliferación está actuando la ciudadanía", prueba "inequívoca" -según Durán- del "descontento generalizado hacia las políticas del PP". "Pero parece que no están dispuestos a rectificar", criticó el líder de los socialistas cordobeses, quien tildó de "chulesca" la última respuesta de Rajoy sobre los recortes. El presidente del Gobierno "nos incita y nos da ánimos para salir a la calle", dijo Durán, quien alertó de que "sin reactivación económica será difícil solucionar el problema del desempleo, porque la austeridad sin sentido nos está metiendo en una agujero cada vez más profundo". Durán se comprometió a que cuando su partido gane las elecciones modificará la ley de la reforma laboral.

Entre los altos cargos de Izquierda Unida, a la movilización del Día del Trabajo se sumó el coordinador local de la coalición, Pedro García, quien recordó que en España hay "más de cinco millones y medio de parados, más de un millón de familias que no reciben ni un céntimo de subsidio y la situación es cada vez más asfixiante y desesperante". García dijo que las reformas "se merecen una respuesta contundente por parte de la ciudadanía".

Equo fue el único partido que participó en las dos manifestaciones que recorrieron el centro de la ciudad, con itinerario diferente "por imposición de la Subdelegación del Gobierno", dijo el dirigente de Equo José Larios. "Ha sido un error que en otras ocasiones se ha solucionado separando unos metros ambas comitivas". "Hoy apoyamos a todos los convocantes, porque participaremos siempre donde haya reivindicación", dijo Larios, quien achacó la situación actual de crisis económica a un sistema "caduco y fracasado". "La única alternativa es cambiar de modelo", dijo. Larios abogó por "recuperar las inversiones en sectores que siguen creciendo pese a la crisis, como las energías renovables o la agricultura ecológica" y reflexionó que la crisis actual "es consecuencia de que hemos topado con los límites del planeta". El portavoz del partido ecologista advirtió de que a partir de ahora, mientras se mantenga el actual sistema productivo, se producirán dientes de sierra, con altos en algunos países como Alemania o EEUU, "pero ninguno terminará de despegar definitivamente".

El portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), Francisco Ruiz, explicó el porqué de una marcha alternativa a la de CCOO y UGT: "Sus reivindicaciones son de pacto y sumisión, y nosotros propugnamos que haya dignidad, y no migajas". "Hace falta mucha movilización y echar para atrás los recortes, que vienen acompañados de represión", criticó el portavoz del SAT. Tras la marcha, el sindicato organizó una visita a la finca de Somonte, en la localidad de Palma del Río, "en apoyo a la lucha de los trabajadores del campo".

La portavoz del sindicato Ustea, Marisa Raya, también presente en la manifestación alternativa, expresó su "preocupación" por los ajustes en el sistema educativo: "Los recortes deberían empezar desde arriba hacia abajo, y no tal y como está ocurriendo", criticó Raya, quien apostó por "concienciar" a los alumnos "de que esto no puede seguir así". Entre los manifestantes también estuvieron los trabajadores despedidos en ABB, que los días 8 y 9 acudirán al juzgado para la vista por los despidos.