Vox consigue un escaño en Córdoba, el PP baja y la izquierda se hunde
ELECCIONES ANDALUCÍA 2018
El PSOE se queda en 4, PP logra 3 y Adelante Andalucía y Ciudadanos, 2
Había una posibilidad cierta y finamente se ha confirmado. Vox tendrá representación en el Parlamento de Andalucía con un diputado por Córdoba, Alejandro Hernández, después de conseguir un resultado histórico con 35.096 votos, el 9% de los sufragios. Se trata de un incremento brutal si se tiene en cuenta que en 2015 el partido de ultraderecha apenas superó el millar de votos, el 0,33% del total. Puede consultar aquí todos los resultados por municipios.
La movilización era patente en las últimas semanas, sobre todo desde el mitin que su líder, Santiago Abascal, ofreció en Córdoba y reunió a unas mil personas, pero la irrupción de esta fuerza ha sido la gran sorpresa de la noche. Sólo Vox y Ciudadanos han mejorado sus resultados y, además, de una forma similar. La formación naranja ha duplicado prácticamente sus votos al pasar de los 32.611 de 2015 a los 67.352 y pasará de uno a dos parlamentarios.
En el lado opuesto se sitúan la izquierda y el PP, que han experimentado una caída significativa. El PSOE ha vuelto a ser el partido ganador (111.501 papeletas), pero ha perdido más de 40.000 votos. El PP, por su parte, ha evitado el sorpasso de Ciudadanos y se mantiene como segunda fuerza con 83.715 apoyos pero se ha dejado por el camino más de 32.000 sufragios. Mientras, la suma Adelante Andalucía no ha tenido en la provincia el efecto esperado. La confluencia ha sumado 64.048 votos, mientras que Podemos e IU lograron 95.817.
Los resultados, por tanto, dejan una lectura clara. El hundimiento de la izquierda, –el PSOE y Adelante Andalucía– han perdido más de 70.000 votos, una cifra insoportable en un escenario con la derecha fragmentada. El mensaje de que 40 años de socialismo son demasiados ha calado y la confluencia no ha logrado movilizar a las masas como se esperaba.
El arraigo de IU en la provincia quizá ha jugado en contra esta unión, que no fue vista con buenos ojos en parte del electorado comunista. En el PSOE, por su parte, logra el peor resultado de su historia por mucho que desde la avenida del Aeropuerto lo intenten maquillar.
El PP es el otro gran perjudicado de la noche, aunque realmente es el que, en términos absolutos, menos votos ha perdido, siendo sangrante igualmente.
En la capital, los resultados varían considerablemente. De hecho, el PP es el partido más votado en la ciudad, con 35.862 sufragios, a pesar de que también experimenta una pérdida significativa –casi 20.000 papeletas menos–. Los populares siguen líderes en la capital y se han visto beneficiados por el desgaste de la izquierdas que ahora gobierna el Ayuntamiento. Tanto es así que el PSOE ha pasado a ser la tercera fuerza política en la ciudad ha sido adelantado por Ciudadanos.
La formación naranja ha logrado 32.006 votos, mientras que los socialistas quedan relegados a la tercera posición con 30.717 sufragios. Adelante Andalucía, con 27.851 votos, logra prácticamente los mismos apoyos que consiguió Podemos en solitario en 2015. Aunque en las elecciones se vota de manera diferente, los resultados de la capital, por situarse al margen del conjunto de la provincia, sí que pueden considerarse una consecuencia de la situación política en el Ayuntamiento.
Así, de hecho lo interpretaron algunos de los líderes políticos ayer al valorar los resultados electorales. Desde el PP auguraron un cambio de gobierno en mayo y desde Ciudadanos aventuraron que en las municipales serán la primera fuerza. En el lado contrario, nadie quiso hacer una lectura en clave de las municipales desde el PSOE o Adelante Andalucía.
La irrupción de Vox en la capital es también considerable, donde se ha basado en parte su victoria al lograr más de la mitad de los votos obtenidos (19.186). El partido apenas tiene estructura y ayer era una fiesta y celebraron su resultados al grito de ¡yo soy español, español, español! Habrá que esperar para ver qué pasa en mayo, pero está claro que estos datos obligarán a los partidos a replantearse su estrategia en los próximos meses.
Por otra parte, otro de los resultados que hay que analizar es el de la participación que, con un 62%, ha caído tres puntos con respecto a los comicios de 2015. Todos los partidos habían llamado a la movilización pero finalmente no ha sido y, como suele pasar en estos casos, ha perjudicado a la izquierda.
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