La Policía Científica investiga en la zona en la que se originó el fuego en la Mezquita-Catedral

Los agentes han comenzado a trabajar en la zona cero del siniestro, el vestíbulo de la puerta de San Nicolás, después de que el Cabildo haya apuntalado ese lugar en el que había riesgos de desprendimiento, como último paso para emitir el informe sobre el origen del siniestro, que se elevará al Juzgado

Córdoba reconocerá a los bomberos por sus trabajos en los incendios de la Sierra y la Mezquita-Catedral

Interior de la Mezquita-Catedral afectado por el incendio del viernes 8 / Madero Cubero / Europa Press

Una unidad de la Policía Científica de la Policía Nacional de Córdoba investiga desde este jueves, por primera vez, en la zona en la que el pasado viernes 8 de agosto se originó el fuego en la Mezquita-Catedral. No han podido acceder hasta la zona cero del siniestro hasta que el Cabildo, dentro de las obras de emergencia que está llevando a cabo en el monumento, ha apuntalado dicha zona en la que se almacenaban maquinaria de limpieza y sillas.

Ese espacio en el que se originaron las llamas está ubicado entre la capilla de la Encarnación -cuyo techo cayó a consecuencia del fuego- y la capilla del Espíritu Santo. Las rápidas intervenciones de los bomberos del Servicio de Extinción de Incendios (SEIS) del Ayuntamiento y de los obreros y técnicos de la Mezquita-Catedral evitaron lo que hubiera sido un desastre mayor, un gran desastre en este icono monumental universal, declarado en 1984 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

La Policía Científica ya acudió a la Mezquita-Catedral el pasado sábado 9, horas después del siniestro, para una primera inspección ocular en las zonas afectadas y volvieron el lunes 11. En esos primeros días, tras una inspección en el interior de la zona afectada por el incendio, los agentes accedieron a las cubiertas para seguir evaluando la situación y elaborar el informe que permita conocer las causas del siniestro.

No obstante, no pudieron completar su examen de lo sucedido dado que había partes de esas zonas afectadas que presentaban riesgos para la seguridad, como restos de cubierta que se podían desprender. Una vez apuntalados esos lugares de riesgo, los agentes han vuelto este jueves al primer templo de la Diócesis para concluir qué fue lo que originó el incendio. Tras recabar y analizar material y restos del incendio, elaborarán ese informe que se elevará al Juzgado, en concreto al Juzgado de Instrucción número 8 de Córdoba, que es el que estaba de guardia cuando sobre las 20:30 del viernes 8 comenzó el fuego.

En el vestíbulo de la puerta de San Nicolás

Para que la Policía Científica trabajara en la zona cero del siniestro, ha habido que limpiar los restos del vestíbulo de la puerta de San Nicolás, que es donde el Cabildo almacenaba la maquinaria de limpieza y las sillas y cuya puerta está tapada con una cortina, tela que al arder propagó las llamas muy rápidamente arriba, llamas que se propagaron también y afectaron, en mayor o menor medida, a cuatro cubiertas (las de tres capillas y la del vestíbulo de la puerta de San Nicolás que servía de almacén). En ese informe, los agentes deberán determinar si ese origen está o no en una máquina limpiadora, con una batería de 450 kilos, que se incendió espontáneamente, tal y como en un primer momento se dijo.

Mientras, continúan a buen ritmo las obras de emergencia, en las que trabajan casi 50 personas, que se llevan a cabo en el monumento tras el siniestro y que fueron autorizadas por la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía en Córdoba, previo informes de las oficinas de Casco Histórico y de Arquitectura de Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU). En esas obras, todos los restos y material retirado se ha ido almacenando para las investigaciones de la Policía Científica y del equipo de arquitectos y restauradores del Cabildo.

En dichas tareas, además de los arquitectos conservadores del monumento, trabajan un total de 38 empleados del equipo de mantenimiento, albañilería y limpieza, cinco restauradoras y dos arqueólogos. El Cabildo ha detallado que dichos trabajos consisten en el acopio, revisión y estudio detallado de los restos acumulados como consecuencia del fuego y el desmontaje de los restos calcinados de las estructuras de madera de las cubiertas afectadas.

Además del rescate de los elementos con valor patrimonial, la instalación de sobrecubiertas para atender alguna posible inclemencia meteorológica, la limpieza y evaluación de las capillas de San Nicolás y del Espíritu Santo, anexas al foco del incendio; y la limpieza y repaso de las bóvedas de las naves 2 y 3, que se encontraban manchadas de hollín.

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