-
Con leche, puro, con un toque amargo, dulce, almendrado, fluido, a la taza... No hay otro alimento que despierte tantas pasiones como el chocolate. En este especial hacemos una ruta por las pastelerías, los obradores y los restaurantes que sacan un mejor partido a la pasta de cacao en Córdoba. Seleccionamos una decena de pasteles, tartas, 'cupcakes' y bollos de todo tipo para dar rienda suelta a la pasión chocolatera.
-
Dónde probar en Córdoba la tarta de zanahoria, el pastel de moda
-
Ir a la noticia: Hipólito Cabrera, el chocolate artesanal que marca a seis generaciones en Pozoblanco

Miguel Ángel Salas
La pastelería Butterfly, en el número 1 de Cañito Bazán, es una de las grandes renovadoras del arte repostero en Córdoba. Su propietaria, Isa Blanco, cuenta que los clientes sienten especial predilección por la tarta de zanahoria, aunque en esta ocasión, en honor a Roald Dahl, la que hay que probar es la de chocolate con kinder. Lleva varios pisos de bizcocho de chocolate, con un relleno de ganache de chocolate negro y cobertura de kinder. Sirven pedidos por encargo, si bien en el establecimiento es uno de los fijos en vitrina, por lo que es posible comprar porciones sueltas. Otra receta clásica de Butterfly es la de queso con chocolate blanco. Además, como cuenta Isa, la carta nunca para de cambiar, por lo que es previsible que con el inicio de la temporada ahora en septiembre haya alguna sorpresa.

El Día
Martina Martos es la mano ejecutora y el alma de Martina Cakes, destino obligatorio para los paladares más golosos de Córdoba desde que hace seis años abrió sus puertas en la avenida de Cervantes, 2. Martina, de 35 años y natural de Aguilar de la Frontera, elabora tartas personalizadas, con formas y colores que parecen imposibles para endulzar cumpleaños, bodas y todo tipo de eventos. Aunque quien quiera saciar un capricho repentino también puede hacerlo con una porción individual, y entre las muchas opciones disponibles en el mostrador nunca faltan tres creaciones chocolateras: la de chocolate con crema de avellana, la de chocolate clásica y la de chocolate dos texturas. Aunque asegura Martina que la repostería ofrece tantas opciones como antojos: ha preparado pasteles crudiveganos y su más difícil todavía ha sido una tarta con forma de pez en chocolate blanco para celebrar la inauguración de una exposición de ilustración en Lucena. Martina Cakes abre de lunes a viernes en horario de 09:00 a 13:30 y de 16:00 a 20:00; los fines de semana, la apertura se retrasa a las 10:30.

Miguel Ángel Salas
En CasaPepe de la Judería, un clásico entre los clásicos de Córdoba, siempre tienen una propuesta para los chocolateros. La anterior carta incluía una tarta cremosa de chocolate y toffee de palo cortado de Miguel Cruz, que el chef ejecutivo Juan Pedro Secaduras ha actualizado con cremoso de chocolate y praliné de avellana. Como su nombre indica, su ingrediente estrella es el praliné de avellana y un chocolate intenso al 70%; la porción se sirve con helado de avellana. “La carta debe de incluir entre sus postres algo de chocolate, algo de fruta y algo de queso. Se renueva cada cierto tiempo y el chocolate siempre se mantiene porque la demanda es alta”, explica el chef. En la hermana Casa Rubio, las comidas se cierran con una golosina similar: el coulant de chocolate, que no es otra cosa que un bizcocho fluido con un centro líquido. Por supuesto, se permite mojar.

El Día
Desde su apertura en 2016, en El Obrador de las Cositas Güenas, en el pasaje Maruja Cazalla, cerca de Arroyo del Moro, han sentido predilección por el chocolate. Entre su carta de tartas se encuentra un clásico como la selva negra o la de tres chocolates, aunque la predilecta entre los más chocolateros es la muerte por chocolate. El nombre no deja lugar a dudas de cuál es el ingrediente principal de esta receta, como desvela el propietario, Rafael Rodríguez: bizcocho de chocolate regado, relleno de crema de chocolate y cobertura de chocolate, todo al 70% de cacao. Solo venden tartas por encargo y pueden ser de ocho, diez o 12 porciones. “En Córdoba la repostería es fundamentalmente de herencia árabe, con ingredientes como la almendra o la miel, porque, debido a las altas temperaturas, el chocolate es difícil de manipular. Esto está cambiando y cada vez hay más opciones donde elegir”, anima a descubrir.

El Día
Las comidas en el restaurante Globo suelen acabar con lo que el establecimiento llama su Titanic: un bizcocho de chocolate relleno de vainilla y cubierto con chocolate caliente tamaño XL que es capaz de saciar los paladares más golosos. “Nuestro postre best seller siempre te alegra el día”, invitan a descubrir en este gastrobar ubicado en la avenida del Brillante, 1 en el que los menús se suelen compartir. Los chocolateros lo saben y los globers, como aquí se llama a los fanáticos del lugar, llegan desde todos los rincones de la ciudad pues, como dicen, “ponerle un toque dulce a la vida siempre alegra el alma”. La carta salada incluye croquetones de rabo de toro, croquetas de parmesano, tartar de atún con anacardos, wok de pollo con verduras, carrillada al pedro ximenez con boletus o pulpo sobre parmentier de patata. Y, de postre, el imprescindible Titanic. También sirven a domicilio.

Miguel Ángel Salas
Mojaelchurro, la churrería del siglo XXI ubicada en la calle Corregidor Luis de la Cerda, 43, es un destino imprescindible para quienes buscan desayunos golosos. Su propietaria y churrera, Soledad Mohedano, ha reinventado los clásicos churros, que se sirven a la manera tradicional y, lo que más llama la atención, rellenos con un amplio surtido de cremas que avivan la glotonería: distintos tipos de chocolate, nutella, kinder, dulce de leche, frutas del bosque… Para rematar, la masa frita se corona con todo tipo de toppings golosones: kitkat, oreo, lacasitos, confeti, cereales… Hay tantas posibilidades de combinación como paladares y caprichos. Soledad también prepara chocolate a la taza sin gluten, y se puede tomar en terraza o para llevar. Mojaelchurro abre a diario, excepto los martes, de 09:00 a 13:00.

El Día
Qurtuba Cakes es la propuesta personalísima de Charo Delmás. Sin local de venta al público, la repostera lleva justo un año trabajando por encargo, y cada vez son más los adeptos a sus tartas y a sus cupcakes. Entre las de chocolate, recomienda darle una oportunidad a la que lleva un toque de cerveza negra Guinness entre los ingredientes del bizcocho; el contrapunto es un relleno de crema de queso. El resultado, anima a probar, “sorprende”. Otras opciones son la tarta de chocolate rellena de trufa o la de café y chocolate, con una butter cream de merengue suizo. El chocolate también es materia prima imprescindible para muchos de sus cupcakes, con una amplísima gama de sabores y texturas como la zanahoria, el clásico red velvet, el de Baileys, el de champán o, por supuesto, el de chocolate.

El Día
Los bollos artesanales no son ciencia ficción. En Montilla existen desde hace más de 60 años gracias a la panadería Manuel Bellido e Hijos, maestros en la cobertura de chocolate y responsables de haber malcriado a cuatro generaciones de montillanos. Sus donuts de chocolate son antológicos –hay que comerlos de dos en dos-, aunque quizás la palma de la glotonería se la lleva su torta: es esponjosa, con azúcar crujiente caramelizado y una cobertura crocante de chocolate con el punto justo de amargor. Tanto en el obrador de la calle Sabio Andaluz, 1 como en La Tahona de San Antonio (calle Corredera, 82), las vitrinas son de fotografía y es difícil elegir: hojaldres siempre crujientes, negritos, lenguas, suxos, herraduras, palmeras con cobertura… En Córdoba capital, sus bollos se pueden probar en el restaurante Cebú, en la calle Víctor Escribano Ucelay. También hacen envíos desde el teléfono 957 65 08 48.

El Día
En la calle Cronista Salcedo Hierro, 6, la pastelería La Sultana es el resultado de muchos años de buen hacer de profesionales del sector hostelero de Córdoba. “Trabajamos y nos renovamos continuamente desde hace años para hacer la vida más dulce, y saludable, con nuestros productos artesanos de pastelería, panadería, heladería y cafetería”, explica el responsable del local, Ernesto Rodríguez. Aunque aquí hemos venido a hablar de chocolate, que en La Sultana fluye especialmente en sus croissants. Pueden estar o no cubiertos de chocolate, aunque lo que realmente engancha es su interior: una crema de nutella que fluye desde el primer bocado. Son, detalla Rodríguez, 80 gramos de chocolate en cada bollo, para saciar a los más golosos. El surtido de dulces es amplísimo, e incluye las también imperdibles palmeras de chocolate o la tarta de tres chocolates. El horario es de 07:00 a 20:00, por lo que también sirven meriendas.

El Día
Para el desayuno o para la merienda, no hay un bollo más nuestro que la magdalena. Este bizcocho esponjoso que se hornea en una canastilla de papel y está habitualmente coronado por una pizca de azúcar crujiente es el favorito de muchos para mojar en la leche o en el café, sobre todo si se quiere entrar en calor cuando el frío aprieta. En la pastelería Salazar han ido un paso más allá con la cobertura de chocolate que hace aún más especial su magdalena. Una aclaración: esto no es un brownie, de textura habitualmente más seca y compacta, sino una magdalena clásica con todo lo que ello conlleva, con su esponjosidad y sus matices. Se elaboran a diario “con productos naturales” y, como dicen en Salazar, “es imposible resistirse a ellas” por su “intenso sabor a cacao”.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios