Coronavirus

El rastro de la pandemia en Córdoba: El 10% de los infectados padece covid persistente

  • Uno de cada diez pacientes que ha tenido coronavirus presenta síntomas hasta tres meses después

  • Según estas cifras, en Córdoba se trataría de más de 7.500 personas que conviven con los efectos

Una enfermera hace rehabilitación a un paciente con covid.

Una enfermera hace rehabilitación a un paciente con covid. / EFE

Uno de cada diez pacientes padece de covid persistente hasta tres meses después de haber superado la enfermedad, así lo indica el informe del Observatorio Europeo de Sistemas y Políticas de Salud impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y lo confirman desde el Hospital Reina Sofía de Córdoba. Esto quiere decir que, de las 75.119 personas diagnosticadas en la provincia desde el inicio de la pandemia, unos 7.511 han sufrido los síntomas hasta 12 semanas después. 

El rastro del covid persiste en Córdoba. María Isabel Ruiz salió positivo durante el verano de este año, lo pasó con síntomas leves: tos, cansancio y algo de fiebre, pero no requirió cuidados médicos. Tras haberlo superado asegura que sufre de vértigos y mareos que en ocasiones le impiden continuar haciendo una tarea, levantarse con agilidad de la cama o el sofá o ubicarse en el espacio en el que está.

Aunque admite que "nunca he sido una persona que tenga buen equilibrio", a María Isabel no la ha visto el médico, "no me han diagnosticado con covid persistente pero no me siento la misma desde que tuve la enfermedad", expresa. 

Su historia es la de miles de cordobeses, según las estadísticas. La internista del Hospital Reina Sofía de Córdoba Laura Limia ha confirmado que entorno a un 10% de los pacientes continúan padeciendo los síntomas 12 semanas después de haber dado positivo. Esa incidencia es más alta, de uno de cada cinco pacientes, cuando apenas ha pasado un mes. En el Reina Sofía el perfil más frecuente es el de una mujer de mediana edad, de entre 30 y 50 años, y que ha padecido covid leve, posiblemente en su domicilio y sin  ser ingresada.

¿Tengo secuelas o covid persistente? 

Más allá de que los médicos y pacientes están protagonizando un auténtico ensayo y error en estos casos porque la información y estudios concluyentes son aún muy escasos, Limia ha querido explicar la definición y la diferencia en los términos que hasta ahora se conocen y se han acordado en el sector. En medicina al covid persistente también se le conoce como long covid, y se diferencia de las secuelas porque estas "son un daño orgánico estructural secundario a una lesión directa que ocasionó el virus en el organismo", siendo la más evidente las pulmonares. 

En las secuelas que no son pulmonares "no es tan fácil demostrar el daño estructural en el órgano" como pueden ser los dolores de cabeza, que en la resonancia magnética no arrojan daño estructural, por lo que no se puede considerar una secuela, pero sí es una dolencia cada vez más común tras el virus, explica Limia. 

Así, el long covid tiene que ver "con la persistencia, la prolongación de los síntomas más allá de la infección aguda". El síntoma más común es el cansancio, la intolerancia a practicar ejercicio físico, la debilidad que queda tras la enfermedad, además de algunos problemas neurológicos, cefaleas o niebla mental, falta de concentración y lucidez, olvidos o poca capacidad de interacción con fluidez. En general, los especialistas advierten de que los síntomas deberían ser los mismos con los que debutó la enfermedad, pero no siempre con la misma intensidad.

Palabra clave: infección demostrada 

En España el protocolo, por ahora, reza que la infección debe estar demostrada mediante una prueba que haya dado positivo para poder ser abordado como covid persistente. Aunque la OMS recomienda que también se incluyan los casos sospechosos pues al inicio de la pandemia las pruebas no eran universalmente accesibles, los médicos cordobeses intentan constatar la enfermedad, medicamente y técnicamente, así como verificar que los síntomas y la fase aguda del virus coinciden en el tiempo para considerarse long covid

El principal objetivo, más allá de ahorrar en recursos públicos, es el de "no someter al paciente a más riesgos con pruebas diagnosticas y medicalizar de más" en busca de confirmar que padece el covid persistente u alguna otra afección. 

Así, el infradiagnóstico por desconocimiento ha generado polémica. Al respecto, la internista del Reina Sofía explica que aún no hay disponible una prueba que despeje, en sangre, si los anticuerpos que tiene un paciente vacunado son de haber pasado la infección o los generados por la inyección. Es decir, si la persona no sabe si ha pasado el covid, "habría que disponer de anticuerpos virgen de la vacuna o de la enfermedad para saberlo" y esa prueba no está disponible en el Reina Sofía. 

El tratamiento: aliviar los síntomas

La Junta de Andalucía puso en marcha este año un programa de atención multidisciplinar para abordar estos casos en los hospitales y centros de salud de la comunidad autónoma. Sin embargo, así como para el covid-19 aún no hay un tratamiento, para el covid persistente tampoco. Desde el Reina Sofía afirman que el abordaje médico es el de menor calado, pues se trata de aliviar los síntomas pero "no hay algo curativo".

Sin embargo, sí se trata de mejorar la vida del paciente a través de terapias de rehabilitación respiratoria y fisioterapia y se aborda la ansiedad y depresión que genera este cambio radical de vida a través de psicólogos y psiquiatras. 

Y es que para los pacientes "es frustrante" que transcurridas 12 semanas "sienten que no están como antes", afirma el neumólogo del Reina Sofía Antonio Requejo, que afirma que los problemas respiratorios, la disnea, falta de aire y sensación de opresión en el pecho son los efectos respiratorios más comunes. 

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