Día de esta enfermedad

Los pacientes con ictus tardan más en ir al hospital por miedo al covid-19 a pesar de su gravedad

  • Cuanto más tiempo se retrase la atención médica, más secuelas quedarán en la persona afectada por el infarto cerebral y menor será la posibilidad de sobrevivir

  • El estrés laboral y emocional provocado por la pandemia tiene consecuencias a nivel cerebral, aumentando el riesgo de padecer una embolia

Roberto Valverde, junto a dos profesionales de la Unidad del Ictus asistiendo a un paciente.

Roberto Valverde, junto a dos profesionales de la Unidad del Ictus asistiendo a un paciente.

La pandemia del covid-19 ha traído una crisis sanitaria y económica que viene acompañada por un gran temor a contagiarse, sobre todo por parte de personas que se incluyen en un grupo de riesgo. Ese miedo, a su vez, ha provocado que no quieran acudir a hospitales o centros de salud a pesar de que sus patologías requieran un seguimiento. Sin embargo, en algunos casos el no ir a un hospital o la tardanza en pedir asistencia puede ser mortal o provocar secuelas para toda la vida, como ocurre con los pacientes que sufren un ictus.

El responsable de la Unidad del Ictus del Hospital Reina Sofía, Roberto Valverde, explica que los neurólogos han observado durante esta pandemia un "incremento significativo" de casos de infarto cerebral "con mayor tiempo de evolución desde el inicio de los síntomas debido a la tardanza a la hora de avisar" ante la presencia de estos signos.

Con motivo del Día del Ictus, que se celebra cada 29 de octubre, el especialista aclara que esto se ha producido fundamentalmente por "el miedo del paciente a acudir al hospital por riesgo de infectarse durante su ingreso o su estancia en Urgencias, unido evidentemente a que muchos pacientes que han sufrido ictus en su domicilio se encontraban solos y no han tenido posibilidad de llamar a los servicios de emergencias".

La ansiedad y la depresión pueden aumentar los casos de infarto cerebral

Pero los efectos del covid-19 no quedan ahí ya que, como señala Valverde, el estrés laboral por la situación económica tan delicada que atraviesa el país y el estrés emocional por la grave situación sanitaria actual "tiene consecuencias a nivel cerebral, aumentando el riesgo de padecer ictus". "La ansiedad y depresión pueden provocar alteraciones graves a nivel cerebrovascular aumentando los casos de ictus y cada vez afecta a pacientes más jóvenes", apunta.

Además, el ictus también es una de las posibles secuelas del covid-19. La explicación es que en los pacientes infectados "se produce un incremento en la probabilidad de formar trombos en cualquier parte del cuerpo, y si un trombo afecta a una arteria cerebral provoca un ictus". Por lo tanto, "existe un mayor riesgo de ictus en aquellos pacientes que han sufrido infección por covid-19", incide el neurólogo del Reina Sofía.

Más de 2.000 ictus al año en Córdoba

Desde la inauguración de la Unidad de Ictus en junio de 2018 (hace dos años y cuatro meses) se han superado los 1.500 ingresos, con una media de dos diarios, realizándose cerca de 500 trombolisis y atendiendo a pacientes de toda Jaén, ya que este servicio es de referencia para ambas provincias.

Valverde resalta que gracias a la creación de esta unidad "se ha reducido considerablemente el tiempo de actuación en pacientes con ictus agudo, consiguiendo tratar de forma eficaz a muchos más pacientes, disminuyendo las secuelas y la mortalidad de manera significativa" porque como dicen los especialistas, "tiempo es cerebro".

Actualmente, en el Servicio de Neurología del Hospital Reina Sofía atienden a más de 1.200 pacientes con ictus al año, pero esta cifra se aproxima a los 2.000 pacientes anuales si se contabilizan todos los ictus de la provincia.

En la Unidad de Ictus disponen de todas las medidas de seguridad y protección para evitar la infección por covid-19, como equipos de protección individual (EPI) y material desinfectante. Además, según apunta el doctor Valverde, recientemente han implementado un protocolo para realizar PCR rápidas y test de antígenos en pacientes con ictus agudo que requieran tratamiento urgente.

Incidencia y síntomas

El infarto cerebral se ha convertido en España en la primera causa de muerte en la mujer, con más de 120.000 casos al año. Cada seis minutos de produce un ictus en nuestro país y representa la primera causa de discapacidad grave en el adulto.

Valverde insiste en que es fundamental avisar lo antes posible a los servicios de emergencias llamando al 061 si aparecen uno de estos tres síntomas: pérdida de fuerza o sensibilidad en la mitad del cuerpo, alteración en el habla o desviación de comisura bucal. "No olvidemos que el tiempo desde el inicio de los síntomas es clave para poder aplicar un tratamiento urgente eficaz", concluye.

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