universidad | paridad en las titulaciones de educaCIÓN SUPERIOR

Las mujeres son mayoría en la UCO excepto en las ingenierías

  • Las titulaciones de la Escuela Superior Politécnica y de Montes reúnen un 17% de alumnas de la institución, mientras que en los grados de Ciencias de la Salud la presencia femenina es del 67,1%

El avance de la mujer en la Universidad de Córdoba (UCO) en los últimos años resulta imparable y es en la base, en el colectivo de estudiantes de grado, donde la paridad ha avanzado de forma clara y, es más, incluso ha dado la vuelta a la tradición.

Según los datos publicados en el portal de transparencia de la UCO, correspondientes al curso 2016-2017, el alumnado de grado de prácticamente todas las áreas es mayoritariamente femenino. Es más, de los 14.680 matriculados en ese periodo académico, el 56,6% fueron féminas -es decir, 8.322-. Únicamente escapa de esa tendencia global la rama de la Ingeniería y Arquitectura, donde la presencia de la mujer es mínima. Apenas un 17,% del alumnado matriculado en estudios de grado de estas áreas en la UCO es mujer. En el caso de la institución académica, este gran área incluye estudios como el del grado de Ingeniería Eléctrica, en el que había matriculadas 22 mujeres frente a 217 varones, lo que representa un 10,1%. De este área forma parte también el grado de Ingeniería en Recursos Energéticos y Mineros, en el que aparecen matriculadas 13 féminas, frente a los 49 varones. Las aulas de la titulación de Ingeniería Civil, por su parte, tampoco cuentan con una amplia presencia femenina, puesto que según los mismos datos, la cifra apenas llega a las 37, por los 135 alumnos matriculados. Pero aún hay más, porque en el programación conjunto de Recursos Energéticos y Mineros más Ingeniería Civil la cifra de féminas es de siete, eso si, de un total de 26 matriculados.

Con todo ello, se trata de una situación que se repite en todas las titulaciones que se imparten tanto en la Escuela de Agrónomos, como en la Politécnica Superior de la UCO, centro que dirige Juan Jesús Luna, quien explica a el Día que cuando él comenzó sus estudios en la institución cordobesa -allá por los primeros años 80 del siglo pasado- apenas tenía tres alumnas de compañeras en su promoción. Una situación que aunque ha mejorado en los últimos años, sigue sin llegar a ser igualitaria. Para Luna, el hecho de que la mujer no se matricule en este tipo de titulaciones "se debe principalmente a un tema cultural o educacional porque seguimos viviendo en roles sexistas; esa es la realidad". En esta misma linea, insiste en que "independientemente de los gustos, la educación tiene mucha influencia en las vocaciones a la hora de ir a la Universidad". Así, este profesor de la UCO de Tecnología Electrónica considera que "en materia de igualdad se avanza, pero queda mucho por hacer". Es más, Luna insiste en que junto a los colegios e institutos, las familias también juegan un papel determinante a la hora de que el alumno se decante por uno u otro tipo de estudios. Así, lamenta que aún existen algunas familias en las que "hay una tendencia a clasificar los juegos por sexos y es difícil combatir". Por ello, continua, "hay que hacer un sobre esfuerzo para que el germen -en este caso por los estudios de ingeniería- surja".

Como muestra expone el caso de la UCO, que en los dos últimos años ha desarrollado programas de "acercamiento a etapas educativas" previas a la universidad para dar a conocer este tipo de estudios. La propia Escuela Politécnica Superior ha llevado cabo ya dos veces el concurso de ideas denominado TecnoIngenia, dirigido al alumnado de Secundaria, Bachillerato y ciclos formativos de grado superior. Se trata de un certamen con el que la Universidad tiene la oportunidad de acercarse a colegios e institutos a través de un nexo común como es la tecnología. En la primera convocatoria fueron 400 los alumnos que participaron, mientras que el pasado curso la cifra se elevó hasta los 800 participantes. El concurso consiste en el desarrollo de un trabajo original de aplicación tecnológica relacionado con cualquiera de las especialidades de las ingenierías impartidas en la escuela y ha de estar relacionados con el desarrollo científico, experimentos, aplicaciones novedosas o cualquier otra iniciativa original en el ámbito de la ingeniería Eléctrica, Electrónica Industrial, Mecánica y/o Ingeniería Informática. Se trata de una opción más para intentar despertar la vocación por la ingeniería en las mujeres.

Para el director de la Politécnica, otro de los factores que hacen que estas titulaciones tengan una menor presencia femenina es por "el mito de que las ingenierías no son carreras fáciles". Sin embargo, destaca que "son estudios multidisciplinares, en los que se necesitan conocimientos de muchas áreas y una parte técnica". También alude al papel que juegan los orientadores de algunos centros a la hora de presentar los grados universitarios al alumnado de Bachillerato o Secundaria, un aspecto que considera necesario "mejorar" para evitar "los prejuicios" que tienen.

A pesar de esta más que escasa presencia de mujeres entre las aulas de este centro, Luna recuerda que desde la Politécnica "tenemos un seguimiento de nuestros egresados y, por ejemplo, hay mujeres que trabajan en la Agencia Espacial Europea, en el equipo de Fórmula 1 de McLaren, directoras de empresas y también responsables de obras". A su juicio, "hay compañías que han roto ese arquetipo" de la presencia de la mujer en puestos de nivel.

Y mientras en la Politécnica apenas hay alumnas, donde su presencia es mayoritaria es en el resto de titulaciones de la UCO. Por ejemplo, en el área de Artes y Humanidades alcanzan 66,3% y, según los datos correspondientes al curso 2016-2017, en el doble grado de Turismo y Traducción e Interpretación -especialidad en inglés- sólo había matriculados tres chicos, frente a 26 alumnas.

También resulta llamativa la desigualdad que se da en el ámbito de las Ciencias de la Salud. El 32,9% de los matriculados son hombres, apenas 815 alumnos frente al total de 2.501 matrículas en los estudios de grado que se engloban esta área de estudio, que son Medicina, Veterinaria, Fisioterapia y Enfermería. La misma relación de preeminencia de mujeres se da en el resto de ramas de conocimiento de la UCO, también con diferencias notables. Por ejemplo, en Ciencias Sociales y Jurídicas, hay un 34,7% de hombres por un 65,3% de mujeres, mientras que en Artes y Humanidades, la tasa está en un 66,3% de mujeres, por 33,7% de varones. En cuanto al área de Ciencias, la proporción es de 54,7% de mujeres frente a un 45,3% de hombres.

Por titulaciones, las tendencias llegan a ser más extremas. Según los mismos datos, en el grado de Educación Infantil la presencia femenina es abrumadora, y se eleva al 94,2%. No en vano, hay 757 alumnas, de un total de 803. En Filología Hispánica la presencia masculina se diluye entre la femenina; de los 292 matriculados, sólo 74 eran varones.

La presencia de la mujer también es mayoritaria en la plantilla de la Universidad de Córdoba, que a diciembre de 2016 estaba formada por 2.560 personas, de la cuales 1.371 son profesores (PDI), 754 miembros del personal de administración y servicios (funcionarios y laborales) y 435 contratados con cargo a proyecto. Por sexos, en el caso del personal de administración de nuevo las diferencias por sexos es evidente y hay más mujeres que hombres. En este caso, hay 426 féminas, por 328 varones, según los datos que aparecen en el portal de transparencia de la institución académica. Mientras, en el PDI la tendencia se invierte y pone de manifiesto la dificultad de la mujer en dedicarse por completo a la labor investigadora. No en vano, hay 885 hombres por 498 mujeres.

El informe Científicas en cifras. Estadísticas e indicadores de la (des)igualdad de género en la formación y profesión científica, que se publicó en febrero de este año, también pone de manifiesto la evolución de la mujer en la UCO a la hora de conseguir una cátedra. La cuarta edición de esta publicación, elaborada por la Unidad de Mujeres y Ciencia del Ministerio de Economía con datos correspondientes a 2015 -por lo que alguna cifra ha aumentado desde entonces en la institución cordobesa tras varias convocatoria-, analiza la presencia de mujeres en distintos niveles y ámbitos de la Ciencia en España. En el caso de la UCO, según este informe, son 44 mujeres las que ocupan alguna de las 215 plazas de catedrático que existen. Eso representa que el 20,47% de las docentes que han alcanzado el máximo nivel en la carrera investigadora dentro de la UCO son féminas. Sin embargo, en 2017 las catedráticas apenas representan el 10,56% del profesorado en esta categoría. Con ello, la cuantía de 2017 supone que las mujeres han doblado su presencia de manera porcentual, ya que en términos absolutos, la institución ha pasado de tener 15 catedráticas en 2007 a 44 en el presente ejercicio. El informe señala también que "la paridad sólo está cercana en las categorías iniciales e intermedias de la carrera docente e investigadora como son los ayudantes doctores, contratados doctores y sustitutos interinos, llegando en el caso de los doctores interinos al extremo que de las mujeres sean una abrumadora mayoría. "Esas proporciones se conocen como gráfico de tijera y se sigue comprobando en las Universidades españolas donde las mujeres continúan estando más representadas cuanto menor es la categoría investigadora", resume.

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