El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha pedido “tener especialmente presentes a los más pobres” y a aquellas familias que viven con todos sus miembros desempleados, las que viven el dolor de la enfermedad o aquellas que tienen problemas de relación. Para todas, ha implorado “alivio y sensibilidad para que nosotros podamos ayudarlas”.

En su homilía durante la misa en honor al Arcángel San Rafael, Custodio de Córdoba, en la iglesia del Juramento, también se ha referido a la gratuidad de Dios que “nos ha dado al Arcángel, que es medicina de Dios, para que proteja a la ciudad de Córdoba”. El prelado ha pedido esta protección para que las familias y los matrimonios puedan tener estabilidad y no ha olvidado a los jóvenes, a veces en dificultades para poder fundar su propia familia.

En su alocución, el obispo de la Diócesis de Córdoba ha afirmado que “Dios hace las cosas gratis, nos ha hecho hijos suyos gratis y nos alimenta continuamente con su palabra y con el cuerpo de Jesucristo gratis” y ha señalado que “los más necesitados necesitan Dios y ayuda” y, por eso reclama que “no nos acostumbremos nunca a que los pobres son pobres y serán siempre pobres, porque podemos ayudarles a que dejen de serlo, sobre todo si se arbitra una política de justicia social”

Para Fernández, “cuando es forzada la pobreza, es una injusticia porque hay bienes suficientes en la Tierra para todos” y ha destacado que “debemos estar atentos para que esa pobreza no sea sostenida por acción u omisión entre todos los que colaboramos con la ciudad”.

Además, el prelado ha felicitado a la Policía Local que tiene por patrono a San Rafael y ha deseado que sean atendidas “vuestras justas reivindicaciones para que la sociedad reconozca el trabajo de servicio” que desempeñan.

El obispo también ha recordado el 24 de octubre de 1929 cuando la ciudad de Córdoba se consagró al Sagrado Corazón de Jesús, “un día de San Rafael de hace noventa años, cuando 25.000 fieles subieron hasta Las Ermitas para agradecerle a Jesucristo su amor tan recurrente”, ha dicho.

El obispo ha presidido la eucaristía con la presencia del alcalde de Córdoba, José María Bellido, y representantes de la corporación municipal, diputados regionales y nacionales y el delegado del Gobierno la Junta de Andalucía, Antonio Repullo.