Algo más de 1,3 de millones de visitas potenciales a las tiendas al año. Ese es el cálculo que manejan los impulsores del Innovation Shopping Lab, de los cuales 450.000 serían cordobeses. La mayoría, además, tendría más de 55 años, mientras que el 22% se trataría de compradores solteros, y el 20% familias acomodadas, entre otros perfiles estudiados. La iniciativa, además, va dirigida sobre todo a usuarios con smartphone, que utilizan redes sociales y realizan compras por internet y a través del móvil.

El complejo de Rabanales Plaza se ubica en un parcela de 39.000 metros cuadrados. La mayoría del espacio de dedicará a un establecimiento de bricolaje, Bricodepot, que precisamente ya intentó su instalación en la capital en un proyecto que acabó sin cuajar. El resto se destinará a esa gran zona o galería comercial en la que se instalarán comercios relacionados con el deporte, electrodomésticos y mobiliario y habrá otra gran espacio para otros sectores y ocio. En esta parte también se incluiría el laboratorio de innovación. El complejo incluye una zona de restauración y un taller de reparación de automóviles, según la información consultada por este periódico. Para garantizar el acceso de los clientes se construirán 809 plazas para vehículos, además de 320 para bicicletas. Hay que tener en cuenta que el carril bici conecta la ciudad con la zona de Rabanales, por lo que los desplazamientos en este medio de transporte son factibles. Por último, se ha previsto también la circulación de dos minibuses para facilitar el acceso de los clientes a esta gran zona comercial.

La llegada de este proyecto supone una reactivación del sector comercial en la ciudad, que estaba prácticamente paralizado desde la puesta en marcha de las últimas iniciativas como la zona comercial de los Patios o la inauguración del Hipercor.

La Gerencia de Urbanismo tiene ahora que autorizar la innovación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para permitir el uso comercial. La Junta de Andalucía también emitió su informe al respecto, un documento que es "preceptivo, pero no vinculante" y que era favorable al cambio del PGOU, pero exigía el desarrollo de la Ciudad de Levante antes de la implantación del centro comercial. El trámite, no obstante, tendrá su curso administrativo por lo que habrá que esperar todavía para empezar a ver movimiento en Rabanales 21. Al menos la intención ya está clara y el proyecto sale de ese limbo en el que había quedado y que impedía su desarrollo. En medio de todo este tiempo ha habido varias reuniones y, finalmente, se ha conseguido una solución intermedia que satisface a todas las partes.