Octubre en flor

Estas son las medidas que garantizarán una Fiesta de los Patios segura frente al covid-19

Patio de San Basilio, 14, en el Alcázar Viejo.

Patio de San Basilio, 14, en el Alcázar Viejo. / Juan Ayala

El covid-19 dejó a Córdoba sin su Mayo Festivo y, con ello, sin una de sus fiestas más internacionales, los Patios. Sin embargo, este mes de octubre estos recintos abrirán sus puertas en lo que será una edición extraordinaria del festival en la que participarán 51 patios repartidos en seis rutas por el Casco Histórico. No solo es distinta la fecha de celebración, sino también la organización y forma de acceder a ellos; todo con el objetivo de prevenir contagios de coronavirus y respetar las medidas de seguridad.

Debido a las restricciones de movilidad de algunos territorios, el miedo al virus, la crisis económica y, con ello, el poco turismo que está llegando a Córdoba, la previsión para esta edición especial de 11 días es que la procedencia del público sea más provincial y local, con expectativas a la baja de turistas y personas de perfil vulnerable. 

La fiesta se desarrollará del 8 al 18 de octubre en horario de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:30, mientras que los viernes y sábados el cierre será a las 21.00. Cada ruta incluirá entre siete y ocho patios. Este año no habrá actividades culturales paralelas como conciertos y tampoco se habilitarán aseos portátiles. Además, se han analizado las zonas y calles para la adopción de las medidas señaléticas y organizativas que minimicen los riesgos en las zonas de mayor afluencia.

Las medidas para el acceso y en el interior de los patios incluyen la dotación de geles hidroalcohólicos con dispensadores de pedal proporcionados por Sadeco que se colocarán en las puertas. La misma empresa municipal facilitará mascarillas quirúrgicas de repuesto para cubrir posibles contingencias de rotura y igualmente repartirá productos de desinfección para que cada propietario pueda limpiar las zonas de tránsito del interior de sus casas. Por su parte, Sadeco usará vehículos de pulverización en las calles que componen las seis rutas. 

Ante la imposibilidad en la mayoría de los casos de realizar instalaciones de elementos y barreras físicas de protección para el personal de control y vigilancia, este se dotará de mascarillas FFP2 junto con instrucciones precisas de mantenimiento de distancias de seguridad.

Para que no haya aglomeraciones y en las colas se respete la distancia, se colocarán diez líneas en los accesos de cada patio y según la peculiaridad de cada calle. Además, habrá un controlador en cada puerta durante el horario de apertura. Un punto importante es que ningún patio tendrá un tiempo de visita superior a 15 minutos.

En esta edición, estas personas se encargarán de hacer varias funciones, como tomar la temperatura antes de entrar, asegurarse de que los visitantes llevan mascarilla o controlar el acceso al patio en función del aforo permitido. En este caso, se tendrá en cuenta el concepto de "Grupo de Confianza"; es decir, aquel conformado por personas de una misma familia o que indique relación próxima, hasta un máximo de cuatro miembros. Los propietarios o cuidadores apoyarán el cumplimiento de las medidas durante la estancia en el recinto.

En el Alcázar Viejo, la ruta más demandada en cada edición del festival, habrá un sistema de sensorización que permitirá el conteo de personas en cada patio en tiempo real, lo que facilitará tener datos en caso de masificación de la zona y necesidad de intervención para impedir los accesos al barrio por parte de Policía Local.

Si llegara el caso, la Policía Local procedería, en su caso, a gestionar el acceso al barrio de Alcázar Viejo con un sistema permeable para el vecindario, pero restrictivo para visitantes a los patios.

Por otro lado, tanto los controladores como los propietarios se tomarán la temperatura de forma diaria e igualmente tendrán que hacerse una prueba de antígenos para garantizar que esta edición se inicia sin contagios de covid-19.

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