Huertos en Córdoba: un espacio para la socialización y naturaleza en plena ciudad

Los hortelanos Jesús y José llevan trabajando la tierra poco menos de una hora. Ayer llovió y es una oportunidad perfecta para ocuparse, de forma más correcta, de las plantas de su huerto. Ambos están jubilados y disfrutan de la naturaleza desde este enclave de Córdoba, los huertos ecológicos y comunitarios de la Asomadilla. Este parque se convierte en más que un lugar donde pasear y escapar de la urbe, en un espacio donde se teje una comunidad que disfruta de la ecología, la socialización, además de enseñar a otros los beneficios de la tierra.

No todos los cordobeses han podido disfrutar de primera mano de la magia de vivir en el campo, de plantar sus propios productos y de ver nacer los alimentos que se llevan a la mesa. Algo que sí pueden hacer aquellos que tienen un espacio en los huertos urbanos que habilita el Ayuntamiento de Córdoba.

"Aquí tuvimos el año pasado lechuga; ahora le hemos echado bastante aporte y vamos a poner patatas. Ahí estaban los ajos, ahora vienen aquí y tenemos tres zonas. He estado repasando la tierra, no las hemos podido labrar antes porque está muy dura", describe Jesús mientras mira la tierra y las posibilidades que tienen de repartir los productos en el huerto. Ya lleva siete años participando en esta iniciativa.

Ambos dedican buena parte de su tiempo libre a plantar distintos tipos de hortalizas. Con el tiempo han ido depurando la técnica para generar un producto de calidad. "En verano venimos antes y en invierno más tarde, ya que nos guiamos para que la luz nos deje trabajar, ya que intentamos que no haya evaporación y que el agua profundice", explican los hortelanos.

Educación ambiental para los colegios

Una de las funciones extra que cumplen estos huertos es dar a conocer la vida del campo a los escolares: "Nos viene muy bien que vengan los colegios, porque ven y se dan cuentan de que los tomates no crecen en el mercado. Ellos vienen aquí, nos preguntan y se entretienen. Nos gusta que vengan, porque así conocen de dónde salen los productos, esto tiene que conocerse", reivindican los hortelanos.

Para estos veteranos, no hay manera más sana de pasar los días: "Aquí no se pierde el tiempo. Yo aquí lo gano, hago gimnasia gratis y me llevo unos productos que son la envidia de cualquiera. La calidad que tienen y saber que no tienen ningún abono raro no se puede pagar", añade Jesús.

El coordinador general de Desarrollo Urbano y Sostenibilidad del Ayuntamiento, Adelardo Cánovas, hace hincapié en que "esta es una parte importantísima del huerto, que no sólo son espacios ecológicos, sino sociales y educativos". "Poner a estos niños en contacto con la naturaleza, que vean dónde crece lo que comen y lo que no quieren comer, es importante. Nos volvemos urbanitas y perdemos el contacto con el campo. Quien nace en una ciudad y lo más cercano que ve es el jardín de su urbanización, esto le pilla lejos. Por eso, vamos ampliando la red de huertos, está Asomadilla, hemos abierto Levante y dentro de poco, tendremos otro también", adelanta.

Durante sus años de trayectoria, los huertos han dejado muchas historias que recordar como, por ejemplo, durante la pandemia de 2020, cuando la producción fue destinada de forma completa a comedores sociales. "Todo lo que se produjo se donó a los que más lo necesitaban", recuerda Cánovas.

Una iniciativa desde lo ecológico hasta lo social

La labor social de estos huertos es destacable, como explica el delegado de Medio Ambiente, Daniel García-Ibarrola. "Estamos generando una cultura sobre lo que es la producción absolutamente ecológica de productos. Nos vinculamos mucho en el tema de la naturaleza. Estamos aprovechando espacios que tenemos que ya son zonas verdes, para que no solo se pueda disfrutar de ellas, sino que los tenemos vinculadas al tema de la agricultura y la ecología. Al final, también son una forma de compartir experiencias. Cuando hablamos con los hortelanos es una satisfacción, ellos realmente nos muestran que ha sido una grata experiencia", describe.

El concejal también señala que existen diferentes acuerdos con asociaciones y comedores sociales para aportar parte de esa producción, "como hacemos con la producción que tenemos con el Jardín Botánico", añade.

"Tenemos destinada a esta actividad una extensión bastante importante, es un proyecto que funciona, realmente nos anima desde esa política transversal para seguir apostando por este tipo de iniciativas", finaliza García-Ibarrola.